jueves, 23 de mayo de 2019

GRMANIA, más que un club...

Hace unos días, un amigo me preguntaba por "esas caminatas que haces de vez en cuando" y yo le contesté que se trataba de un grupo que se llamaba Grmania. La siguiente pregunta fue obvia: "¿Qué es Grmania?". Esa pregunta, a la que respondí de la manera más concreta que pude, me dio la idea  para hacer este ejercicio de tratar de explicar también a mis queridos muros, de que se trata este invento.
Lo cierto es que si utilizamos el método más corriente de saber que son las cosas hoy en día, y utilizamos google, lo que nos descubrirá en primer lugar es que quizás quisimos decir "germania"... luego saltando el anuncio que nos promete vuelos buenos, bonitos y baratos, nos dirige a la página www.grmania.com donde podemos hacernos ya una primera idea de que va la cosa.
El logo como figura en la página web
Pero hagamos un análisis un pelín jocoso y divertido sin ningún criterio ni científico ni lingüístico, o sea algo a modo de ocurrencia: El palabro, difícil de pronunciar para los franceses aparentemente se desmenuza en dos partes: "gr" y "manía".
Vayamos por partes pues, como decía Jack El Destripador, "gr" puede ser desde un Gran Recorrido, hasta el acrónimo para designar la raza perruna de Golden Retriever, pasando por el código de Grecia, el del cantón suizo de los Grisones, el del distrito de Giurgiu de Rumania y el de la provincia de Granada. Sin olvidar otros acrónimos como el de Glucuronato Reductasa, Google Reader, Eritrocitos (Glóbulos Rojos) y el de la ley Gutenberg-Richter, que no sé de qué trata ni si legisla algo.
Caminos
Manía: Aquí topamos con la salud mental y empiezan los problemas serios porque una disciplina como esta, no te deja delimitar conceptos, pues puede significar lo que tu quieras que signifique y si no cuadra con nada, basta con decir que es un neologismo del significado que tu te has inventado. Por eso lo delimitaremos a cuatro definiciones: a) trastorno mental producto de una obsesión y que puede manifestarse de forma violenta, b) costumbre caprichosa y extravagante c) afición desmedida por una cosa y d) sentimiento de antipatía contra una persona o cosa.
Hasta aquí el primer análisis, aunque también hay quien mantiene que "gr" puede ser un apócope de "gerra" o sea de jarra, y por la costumbre del grupo que utilizamos este título sería jarra de cerveza. A nadie he oído yo la posibilidad de que quisiese decir jarra de agua...
Bien pues, el juego consiste en mezclar al azar en el vocablo grmania significados de "gr" y de "manía" y encontrar cual es su significado real para cada uno de nosotros: ¿trastorno mental obsesivo por los Grandes Recorridos?, ¿costumbre caprichosa y extravagante por ir a Granada? ¿afición desmedida por las jarras de cerveza? ¿sentimiento de antipatía por los suizos que viven en el cantón de Grisones?... En fin las posibilidades son unas cuantas más, así que dejo al posible lector que las mezcle a su gusto y elija la que más le convenga.
Una vez hecha esta introducción, seguramente más extensa que el propio texto, intentaré explicar lo que es Grmania para mí, "un grmano" algo intermitente sea por una u otra cosa, mayoritariamente del grupo B, de la zona trasera del autocar y con una antigüedad que creo que ya sobrepasa los diez años, aunque el grupo tiene más de veinte.
Andorra
La definición ortodoxa, si es que GRMANIA es compatible con ese concepto, es de un grupo excursionista con sede virtual, formado por un grupo diverso de mujeres y hombres, más o menos amantes de la naturaleza y de caminar que se reúnen una vez cada mes, para realizar un trayecto, preferente pero no exclusivamente de un Gran Recorrido.
Pero este significado no dice ni el diez por ciento de lo que es el grupo, y probablemente se trate solo del pretexto para todas esas cosas más que forman la globalidad del "club". Seguramente si hay una palabra que bien la defina es "pluralidad" y "diversidad". Me explico, aparte del denominador común de los caminos, somos gentes de diferentes profesiones y/o dedicaciones aunque la predominante es la de "enseñantes" en sus múltiples facetas y con el paso del tiempo también empiezan a ser legión en el grupo los "jubiletas". También hay una cierta paridad entre mujeres y hombres y como no podía ser de otra manera diversidad política, siempre enriquecedora y lo que no sabría decir bien a que credo religioso pertenece cada miembro, aunque a simple vista, el mayoritario parece el "cristiano, creyente no practicante y un poco ateo".
Con estas condiciones más o menos genéricas y teniendo en cuenta que cada uno tiene su madre, GRMANIA es un punto de encuentro de personas amantes de la naturaleza y de las maravillas que nos ofrece. Un lugar en que está permitido hablar de todo, opinar de casi todo y no pelearse por casi nada. Espacio enriquecedor pues en cualquiera de los caminos hechos puedes aprender, gracias a la conversación con unos y otros, desde cine, economía, pedagogía y tecnología hasta filosofía, arte, astronomía, gastronomía y deportes extremos. Como uno puede imaginar este es un grupo increíble y que para su funcionamiento requiere esfuerzos suplementarios de algunos miembros al del propio ejercicio de caminar.
Catalunya
Es decir, alguno se encarga de seleccionar las rutas y hacer los calendarios de las etapas, casi siempre teniendo en cuenta la multiplicidad de factores que somos capaces de sumar un grupo tan grande, celebraciones, festivos, vacaciones, etc. También es imprescindible que se lleven las cuentas y que sesudos expertos en economía no quiebren "la compañía", pues gastos "haberlos, haylos".
Cada día de salida, un autocar nos está esperando para llevarnos al inicio de la etapa y devolvernos al final a cada uno a su casa y alguien se debe encargar. Así mismo, pese a las marcas del camino también la incorporación de "GPS", "Tracks" y "Wikiloc" nos ayudan a no perdernos excesivamente y también esto lo debe hacer alguien. Buscar lugares donde poder sentarse al terminar el recorrido del día y "zamparse" el bocadillo o el "tupper", convenciendo a los propietarios de los locales que nos dejen las mesas, las sillas, las terrazas, etc., a cambio del consumo de cervezas y café. Tampoco esto se hace solo, alguien se encarga. Y además cuando hay celebraciones especiales toda la parafernalia que conllevan también se ha de preparar.
La web también se tiene que actualizar día a día, es entre otras cosas, nuestra memoria virtual, que nos ofrece a parte de la información, los enlaces a las magníficas fotografías que hacen nuestros no menos magníficos fotógrafos y que dan fe de nuestro paso por los caminos de una manera realmente artística. También guarda los enlaces con las crónicas escritas que se complementan con las imágenes, y que diversos "plumillas" de alto nivel ponen a nuestra disposición, bien sea en prosa o en verso.
"El Camino"
Seguro que después de esto, me habré olvidado de alguna cosa más que es también imprescindible para el funcionamiento de GRMANIA, pero los olvidos forman parte también de este grupo (la comida en el autocar, la mochila en el bar, los palos sabe donde y hasta algún grmano que se retrasa un poco en el punto de encuentro), así que me quedo relativamente tranquilo.
Desde el punto de vista de un miembro, el que escribe estas líneas, que se limita a caminar y tratar de acabar las etapas del grupo B como ya dije, es un lujo asiático tener a disposición un equipo como el que acabo de contar.
Pues bien, solo me queda dar las gracias a todos, los que hacen y los que solo caminan, pues todos son imprescindibles para que exista esta "entidad sin ánimo de lucro" que proporciona a todos sus miembros tantas cosas, tangibles e intangibles. En este punto cada cual que agregue las cosas que del grupo recibe. Y me queda también el deseo que dure mucho tiempo más esta aventura, pues ya he visto en la prensa que hay en determinadas zonas rurales "carriles exclusivos para caminadores".

martes, 14 de mayo de 2019

Otra Semana Santa

Casi sin quererlo, a pesar de que este año ha llegado algo más tarde, entramos en la Semana Santa, época de reposo y recogimiento en algunos momentos de nuestra vida, pero en la actualidad únicamente periodo de vacaciones para escapar de la rutina diaria y del juicio del "proces" en este año concreto. Pero como en el viejo chiste de los leones que escuchaban a un violinista en medio de la selva, amansados por su música hasta que uno de ellos que acababa de llegar le da aun zarpazo al músico y lo deja destrozado y entonces uno de los leones le comenta al de al lado: "Ya te decía yo, que cuando llegase el sordo, se acabaría el concierto". Pues eso que los "sordos" de turno decidieron convocar elecciones generales y nos llenaron nuestras vacaciones de mítines, propaganda, debates, etc. Por suerte en el mundo más rural en que pasamos los días de asueto esto es menos invasivo.
La "Pilarica" en Semana Santa
Mis hijos y parejas respectivas viajaban a Lisboa en este periodo vacacional, así que a modo de celebración de estas fiestas el domingo de ramos, comimos juntos. El lunes preparamos el viaje al pueblo con la intención de acabar algunas de las compras de equipamiento que faltaban en la nueva casa. Espero que algún día acabemos con nuestro particular proceso, que nada tiene que ver con el otro.
Una vez instalados en el pueblo, aprovechamos para acercarnos a Zaragoza, donde es difícil ir y no pasar por El Pilar, aunque fuese después de visitar el centro comercial Puerto Venecia, en donde puedes comprar todo lo que seas capaz de imaginar y pagar. Así que recorrimos más o menos todas las tiendas y grandes almacenes en que podíamos comprar algunos de los complementos que necesitábamos para ir acabando la casa: lámparas, colgadores, toalleros, fundas nórdicas, etc. etc.
Aprovechamos una vez finalizada la compra para ir a comer a uno de los sitios que nos gustan en la capital: en la plaza San Felipe Neri, en concreto a los ultramarinos Montal, donde disfrutamos una vez más de los magníficos productos que tienen.
Una habitación de la casa, ya terminada
Regresamos al pueblo y  tras colocar algunos de los complementos que hemos mercado, aquellos que no requieren de ninguna habilidad especial para ello, dejamos los restantes para cuando Martín, manitas de cabecera de la familia, disponga de algo te tiempo para ayudarnos en tan ardua tarea. Después ya  nos integramos definitivamente en la dinámica popular, con las cervecitas previas a la cena, y una vez después del pequeño refrigerio, vuelta al "Barbero", para tomar los gin-tonics preceptivos hasta que el cuerpo nos pida descanso y cama. Cada vez ocurre más temprano...
El día siguiente, todavía laborable, lo dedicamos a pasear y a realizar algunas compras más domésticas, visitar como cada año a familiares y conocidos y empezar a elaborar las necesidades que tendremos, tanto de infraestructura, como de consumo para la mona, que como cada año celebraremos el sábado en el Refugio del monte, para el que Luisa, ya tiene la reserva desde hace casi un mes.
Jueves y viernes son festivos en la comunidad y por tanto la actividad está centrada en torno a la mesa y un poco también a las procesiones que desde hace unos años son más vistosas y sobre todo sonoras por la participación del grupo de tambores de Sena. Lejos en la memoria quedan aquellas vigilias y ayunos estrictamente establecidos por la jerarquía eclesiástica, así como aquel silencio y aquellas visitas al "monumento" de la iglesia. El tal "monumento" es un altar decorado con los símbolos de la Semana Santa, colocado fuera de lo que es el altar mayor de la iglesia. Dispone además de dos reclinatorios desde los que el personal rezaba de manera continuada, es decir no te podías ir sin que alguien tomase el relevo de tus oraciones. Se hacían turnos con el fin de que se cumpliese esta premisa, aunque luego los podías cambiar, los jóvenes siempre con la intención de que el compañero o compañera de oración fuese alguien que te gustase o por el o la que tuvieses un especial interés. No sé si todavía sigue esta tradición, pero creo que no...
La paella de la mona
Poco a poco se va configurando el listado de asistentes a la mona, que entre los fijos más algunos variables acabaremos siendo una veintena de personas, con la presencia de algunos jóvenes, que acaban siendo los que animan el cotarro entre tanto jubilado, prejubilado y con ganas de jubilarse.
Así, concretamos con Luisa que los víveres serán para veinte y siempre con la variante de que "más vale que sobre, que no que falte" y con la idea de que lo que sobre lo aprovecharemos con poca cosa más para volver a reunirnos y cenar en la peña. También esto es el ritual de cada año, al que creo que no estamos dispuestos a renunciar, pues el arroz, aunque completo en poco tiempo se baja y a la hora de cenar el apetito, al menos en algunos de nosotros, está intacto.
El día "D", sábado de Semana Santa, desde primera hora y una vez hechas las últimas compras nos reunimos poco a poco en la peña, donde se van cargando los utensilios necesarios en los coches: las ruedas de gas, las bombonas de butano, los platos, cubiertos, vasos y demás vajillería, incluidas las paelleras y las parrillas en que se cocinaran los suculentos manjares, esperando siempre a que lleguen Pili y Pedro que son los encargados de comprar los frutos del mar que componen la paella junto con el sofrito, el arroz y sobre todo "el conejo", que cada año entra en debate si es pertinente o no su uso. La intención mientras yo cocine es que sea imprescindible, pero me consta que en ocasiones, debido a mi ausencia se ha hecho sin ese magnífico ingrediente, con resultados idénticos y en alguna otra que recuerdo algunos de los comensales partidarios de su expulsión del plato, lo escondió y no quedó más remedio que cocinar sin él. En aquella ocasión todos negaron la tropelía, pero yo tengo mis sospechosos...
Una vez distribuidos en los coches para subir al Refugio, nos lanzamos a la aventura, sabiendo de antemano que algo se nos olvidará, pero también con el convencimiento de que habrá algún voluntario que volverá al pueblo a recoger lo olvidado. Como uno se puede imaginar, así fue y no se si alguien fue a por ello o bien se llamó a los últimos en subir para que recogiesen los que nos faltaba.
El grupo, una vez comidos
El primer debate es decidir si se ponen o no las medias cabezas del conejo en la paella. Puesto que hay algún comensal al que le encantan se decide que sí, y empieza la elaboración del plato. El resto del personal ha ido a recoger leña para brasear algo de carne de cordero y alguna longaniza que completen el plato principal.
Como siempre se nos hace algo tarde por lo que el mérito del cocinero es relativo pues hay hambre  y todo el mundo dice que esta muy bueno. Previamente hacemos un poco de vermut, con olivas, algo de embutidos y chips de patatas, aperitivo estrella, encargado a la fábrica de Badalona que las hace como nadie.
Después ya todo va sobre ruedas, comida, buenos caldos, postres exquisitos, café, licores y para los pocos aficionados que quedamos un buen habano. Fotos de recuerdo, debates político-festivos, risas fáciles por los motivos expresados, los chistes habituales de Pedro, la visita de los quintos que vienen de cortar los pinos y poco a poco, recogida de tomillo y otras plantas aromáticas por parte de las chicas (en realidad van a "la toilette"), adecentamiento del local y hacia la peña en el pueblo.
Reposo ligero de algunos y tras una breve visita a las casas de "las quintas" para ver el pino que les han plantado en la puerta, todos nos volvemos a congregar en torno a la mesa, para cenar los excedentes de la comida y tomar los gin-tonics de rigor. Como hacemos cada año y que dure muchísimos más...

Bretaña y las Islas del Canal. Y parte Cinco

Nos despertamos, como casi siempre a buenas horas, o sea temprano y tras hacer el "check-out", por cierto que tenían todo el siste...