miércoles, 20 de febrero de 2019

Personajes y albalatilleros. VI: Los otros "futboleros"

No se me hace especialmente fácil empezar esta entrada. Me da un cierto miedo olvidarme a alguno de los que participaron en aquella "locura", llamada Albalatillo CF. Así que aunque sea poner la tirita antes de tener la herida, pido disculpas si mi memoria me hace una mala pasada.
Uno de los primeros equipos
Pues bien, todo aquello no habría sido posible sin la suma de todas las voluntades, de todos los esfuerzos y de todas las ilusiones de un gran número de personas, y aquí me referiré a los que no tocaron la pelota, al menos oficialmente. Es posible que algún día me anime a hacer algunas entradas con el anecdotario de los que sí la tocamos.
No tengo ni idea de como empezar a enumerar a todos ellos, y aunque podría intentar el orden alfabético, no tengo muy claro que sea el más adecuado, así que empezaré a ordenar "geograficamente" o sea empezaremos por "La Calleta", seguiremos por la plaza y aledaños para acabar por "La Barceloneta".
PAÑART: Formó parte de la directiva y colaboró en los primeros años aportando ánimos en cada partido, siempre sobrio y serio, eso sí.
PILARIN DEL RULLAO: Esposa del primer entrenador, no faltaba nunca a un partido, fuese en casa o fuera. Aportaba en su bolso siempre una botella de agua del Carmen, para sanar y recuperar todo tipo de lesiones. Aún recuerdo un trago que tomé en Sabiñánigo, me levantó del suelo como si tuviese un resorte.
ANDRES EL DE FERNANDO: También directivo y padre del "Rubio", uno de los jugadores emblemáticos del club. Estuvo en la primera directiva, siempre a disposición de cualquiera que lo necesitara.
PASCUAL: Otro de los fijos e indestructibles del club. Había días que lo pasaba mal, cuando las cosas no iban del todo bien, pero al final siempre se consolaba con el esfuerzo que habíamos hecho en el partido, independientemente del resultado.
El equipo años después
AMADEO: Incansable y siempre apoyando al equipo, preocupado y ocupado en salvar o arreglar cualquier situación o desaguisado que aconteciera.
MIGUELITO: Probablemente el seguidor más intenso que yo recuerdo. Vivía cada jugada como si estuviese inmerso en ella y contagiaba hasta a los propios jugadores en la finalización de la misma. Además en alguna ocasión puso su bodega a disposición del club.
JACINTER: Más forofo que ninguno, colaboró con el club en diversos aspectos, desde cocinero en alguna merienda o cena hasta árbitro en algunos partidos de casa en que la federación no disponía de ellos. A decir verdad era un poco "casero", pero visto como nos arbitraban fuera de casa era más una virtud que un defecto.
MIGUEL ANGEL EL MAESTRO: Maestro de muchos de los jugadores de la plantilla en épocas en que la mayoría éramos infantiles y pese a tener ya otro destino, siempre se sintió del equipo. Recuerdo que ya en su época de maestro del pueblo intentó hacer un equipo de futbol, que probablemente debió ser la semilla de la idea del que ahora hablamos.
PACO EL DE LA LEONOR: Seguidor impulsivo y comprometido con la causa, siempre tenía una palabra de aliento para el equipo. En las cenas y conmemoraciones siempre nos deleitaba con alguna canción, creo que algún tango si la memoria no me engaña.
Pastel de la fiesta de 2018
JESUS EL SOLDAO: "Jefe" de una familia, que aportaba al equipo prácticamente todos sus elementos, pues a los esfuerzos propios por animar, colaborar en la directiva y poner transporte, también colaboró con dos jugadores emblemáticos, sus hijos Jesus y Nacho. Ah! Y una gran animadora: su esposa
CONCHITA DEL SOLDAO: Como decía, esposa de Jesús, fue una de las animadoras más potentes del club: Su voz se hacía oír en ánimos en todos los campos que visitó y puedo decir casi sin equivocarme que fue prácticamente en todos, pues su adhesión al club estuvo por encima de lo que uno pueda imaginar.
PEPE EL DE ANGAS: Otro de los ilustres seguidores que defendió a capa y espada los colores del club, también siguiéndonos a casi todos los desplazamientos. Lo recuerdo especialmente en Sabiñánigo con Miguelito, desgañitándose cuando atacaba el equipo. Además también puso su bodega al servicio de las hora de asueto del club.
PEPITO EL KOSKI: Increíble persona. Puso casi toda su vida al servicio del club de futbol. Desde jugador en los inicios hasta colaborador técnico, entrenador cuando hizo falta y encargado de material cuando fue preciso. Era el transporte que se podía tener como fijo en cada partido y desplazamiento, así como colega de todos los jugadores en cualquier sarao que se organizase. Nos dejó demasiado pronto... 
Nuestro escudo
JAIME: Hermano del anterior, también presente en el club desde los inicios, colaboró siempre en el apoyo incondicional a los colores del equipo. De carácter un poco más serio que su hermano, tampoco faltó en ninguna de las fiestas que se organizaron para conmemorar victorias y hasta derrotas.
JOSE ANDRES CASAÑA: Persona de enlace entre jugadores, faceta en la que empezó en el equipo corriendo la banda derecha y centrando como nadie, y el entrenador, ya que ejerció unas veces de ayudante de Pepe el Rullao y otras cuando le tocó, de primer entrenador. Hasta creo que estuvo en la directiva, con lo que se puede decir que participó en todos los niveles que un club tiene. 
LOS DEMÁS: En este apartado quiero colocar a todas las personas que colaboraron, prácticamente todo el pueblo y hasta foráneos, y que seguramente no he nombrado por despiste, y no porque no merecieran estar en esta lista. Como jugador, y creo que lo puedo hacer extensivo a toda la plantilla, siempre nos sentimos arropados, apoyados y cuando tocó consolados por nuestra afición y por nuestro pueblo. Desde aquí el agradecimiento a TODOS, sin reserva, los que he nombrado y los que no lo he hecho.
MIL GRACIAS por haber conseguido que nos divirtiésemos tanto TODOS los que estuvimos en esta maravillosa historia.

viernes, 8 de febrero de 2019

Personajes y albalatilleros V: Pepe el Rullao y Pepe el Tubero

Ya fueron en parte protagonistas de una de las entradas de este blog, que dediqué a la fiesta de homenaje que recibieron el año pasado para las fiestas y de la que tan buen recuerdo tengo y me atrevo a decir que tenemos la mayoría de los que allí estuvimos.
Sin embargo quería ahondar un poco más en la historia que yo conozco de ellos, al tiempo de hacer el propósito de dedicar una entrada nueva al resto de albalatilleros que tuvieron que ver con aquel proyecto, aunque me da cierto temor no vaya a ser que me olvide de alguno. Pero eso será en otro momento y hoy me centraré en estos dos concretos.

Pepe, el Rullao, agricultor

Como he dicho anteriormente el mayor conocimiento de este personaje esta ligado al futbol, el fue el primer entrenador que tuvimos en mi época de futbolista, en la que adquirimos y lo digo en plural porque creo que lo suscribirían muchos de aquellos jóvenes que coincidimos entonces, una especie de complicidad en todos los aspectos más lúdicos de la vida, que creo que no me equivoco si digo que la mantenemos a fecha de hoy. Gran mérito el suyo, pues como se puede uno imaginar, cada uno de nosotros teníamos "lo nuestro", y excepto en la edad en poco nos parecíamos unos a otros.
Albalatillo en fiestas
En fin, aquí yo querría añadir un par de aspectos al margen del fenómeno futbol de Albalatillo, en el que también coincidí con el personaje.
El primero fue unas inolvidables fiestas mayores que coincidimos en la comisión de festejos. Las fiestas fueron excelentes para el pueblo en general, y nos esforzamos en gran manera en su programación y puesta en marcha. Ahora bien, lo que fue no solo excelente sino irrepetible lo bien que nos lo pasamos el grupo de la comisión.
Cada reunión era una fiesta: trabajábamos  eso sí, pero comíamos, bebíamos y reíamos sin freno ni cortapisa, como si no hubiese un mañana, que se dice ahora. Nos disfrazábamos, cantábamos y hasta actuábamos en la plaza y en todo este guirigay Pepe ponía la casa y la comida, siempre para las celebraciones, que fueron tantas como días duró la fiesta amén de las previas y las posteriores. ¡Menuda faena te dimos entre todos, Pilarin! No sé si algún día hasta la cama cedió a alguno de los componentes. Resumiendo, insisto irrepetibles, y eso no quita que haya habido otras fiestas iguales o mejores.
Otro de los momentos que recuerdo, aunque no sea tan agradable, es cuando por una dolencia cardiaca tuvo que estar ingresado en Barcelona en Valle Hebrón. Lo cierto es que cuando me enteré, yo ya estaba trabajando en la capital, pasé a verlo y a pesar del momento siempre difícil cuando estas en proceso de diagnóstico de una enfermedad, se le abrió una sonrisa, que seguramente tiene que ver con el gen ese de pertenencia a Albalatillo del que ya tanto hemos hablado y es que cuando dos albalatilleros se cruzan en cualquier parte del mundo se rompen todas las barreras del tipo que sean, y solo predomina ya el hecho "diferencial" de ser del pueblo. Afortunadamente el proceso fue bien, se recuperó rápidamente y hasta la fecha.

Pepe, el Tubero, pintor y fontanero

También nuestro personaje esta íntimamente ligado al futbol, donde ejerció de Presidente del Club durante varios años. Uno de los más entusiastas del proyecto, desde el minuto uno, puso a disposición del mismo todo su saber hacer, y además su casa, que fue durante mucho tiempo el cuartel general, abierto casi 24 horas al día, con la inestimable colaboración de su esposa Nati.
Y además lugar de degustación y consumo de todo tipo de viandas, que en su mayoría también corrían a cargo del susodicho. Allí probé por primera vez una excelente tortilla de atún, al tiempo que aprendí a hacerla, aunque nunca he conseguido aquella textura que el conseguía darle. Igual es por la tendencia que tenemos a magnificar los tiempos pasados, pero el recuerdo es el que es.
Siguiendo con la gastronomía y el futbol, cosas que han ido bastante unidas en este club no puedo dejar de hablar de los guisos con conejo. Pepe tenía una granja de tales animalillos, que al margen de lo que pudiesen suponer para su economía, era la despensa del club, día sí y día también aportaba este delicioso manjar, sobre todo cuando está bien cocinado como era el caso del que hablo.
Fachadas recién pintadas
Antes de conocerlo por el futbol, ya había tenido un contacto con el y su mujer Nati. A mi me gustaba pintar, y aprovechando un regalo de unas acuarelas, empecé a hacer cuadros, que un día vieron en mi casa. Supongo que más que por la belleza o pulcritud de la obra, por colaborar un poco con un chico con aficiones artísticas, me encargaron un cuadro para su casa, que pinté con el mayor esmero que pude y que me dijeron que les gustaba mucho, hasta tal punto que el encargo era remunerado. No me lo podía creer, pero con 13 o 14 años había cobrado por hacer algo que me gustaba y me divertía.
Ya de más mayor y también fuera del ámbito del fútbol tengo un recuerdo muy especial, cuando Manolo, (Chamorro, hijo) y un servidor fuimos contratados por Pepe durante un verano  aprovechando nuestras vacaciones para pintar la mayor parte de las fachadas del pueblo a fin de que luciesen de la mejor manera posible para la inauguración de la reforma del pueblo.
Creamos un buen equipo, él poniendo sentido común y los dos más jóvenes haciendo "el loco", eso sí pintando todas las horas del día. Por la noche nos íbamos de fiesta y prácticamente cada mañana, Pepe nos tenía que sacar de la cama para empezar la jornada. Cada casa que pintábamos era una aventura, unos nos daban bebida, otros comida, así que nos sentíamos como si trabajásemos en nuestra propia casa. Lo que nos llegamos a reír en aquellos días no está en los escritos...
Hace solo unas semanas, Pepe nos dejó... Descanse en paz.

domingo, 3 de febrero de 2019

Personajes y albalatilleros IV: Don Carmelo

Carmelo. Secretario de Ayuntamiento

Carmelo era natural de Aguas, un pueblecito de la Hoya de Huesca, que hoy pertenece al Ayuntamiento de Loporzano,  pero pronto aterrizó en Albalatillo, como secretario del Ayuntamiento. Parece ser por lo que me ha contado mi padre, mi primer contacto con él, fue el día que acudimos a inscribir en el Registro Civil del pueblo a mis dos hermanas. La verdad es que no me acuerdo de ello, pero confío en su memoria de cuando me lo explicó.
Botes de colonia de la época
Lo cierto es que durante décadas, Carmelo ejerció de Secretario del Ayuntamiento y de gestor 24 horas al día de la mayor parte de las necesidades que tenía toda la población en cuanto a cualquier requerimiento legal, oficial o administrativo.
Parte de mi recuerdo como he dicho al principio, va ligado al de mis hermanas, pues nuestro personaje tenía una hija, que era de la misma edad, o de la misma "quinta" como se decía entones por aquellos lares. Este recuerdo es de una persona extremadamente pulida que gustaba de que su alrededor compartiese esa misma cualidad.
Lo explico porque en algunas ocasiones, cuando el Seminario, donde yo estudiaba se abrió algo, no mucho, a la sociedad y permitió que los alumnos pudiésemos salir los fines de semana a nuestros hogares y visitar a nuestra familia, se planteó una necesidad: el transporte Huesca-Albalatillo-Huesca de cada semana.
En este contexto y coincidiendo con que Don Carmelo empezó a trabajar en una Gestoría de la capital a la que acudía en su 600 los días que le tocasen, los lunes nos llevaba a algunos de los estudiantes a la capital en su coche. Cuando llegábamos a la ciudad, nos peinaba con una colonia de un bote que siempre llevaba en el coche y nos soltaba a cada uno en su sitio. De hecho llegábamos a clase como dirían ahora "niquelados".
Radio transistor
Otro de los aspectos sorprendentes para unos niños como nosotros era el sistema de "audio" del vehículo: Se trataba de un pequeño transistor, que llevaba colgado del soporte del espejo retrovisor de la luna delantera. Se movía en cada subida, en cada bajada y en cada curva, con lo que era realmente difícil seguir cualquier emisión pues en cada movimiento del camino aparecían aquellas famosas interferencias, o "refritos" como se llamaban entonces. El conductor a veces fruncía el ceño, porque se perdía alguna noticia de su interés, porque eso sí, música ponía poca.
Otro de los momentos en que coincidía con él era cada primavera cuando se solicitaban las becas del ministerio de Educación, que ayuda a cumplimentar año tras año a mis padres. Siempre con la incógnita de como iría, ya que se vinculaba no solo a la economía de la familia sino también a las calificaciones académicas de cada solicitante.
Lo cierto es que se repetían año tras año las mismas consideraciones de Carmelo a mis padres: "Es difícil de conseguirlas estas becas, porque en la agricultura aunque ganéis poco dinero, tenéis propiedades y eso cuenta negativamente.." Y sin cambiar el tono algo pesimista de sus aseveraciones me decía a mí: "Y tu espabila, que como no tengas buenas notas, entre una cosa y otra se pierde la beca..."
Este apoyo se prolongó hasta la Universidad año tras año, hasta que un buen día se acabó la subvención, en parte porque mis padres fueron prosperando y sumando la ganadería a su actividad o en parte también porque mi expediente académico también iba inversamente a la situación familiar, o sea empeorando.
Luego ya fui perdiendo el contacto más directo con el personaje, aunque cada verano pasaba a saludarlo por indicación de mi madre, que siempre le estuvo agradecida. Y me consta también por ella, que Carmelo siempre le preguntaba por mi y por como me iban las cosas.
Después se jubiló, pero aún así siempre estuvo "al quite" de cualquier necesidad que tuviésemos, toda  la gente del pueblo en general, para aportar su granito de arena en la solución.

Bretaña y las Islas del Canal. Y parte Cinco

Nos despertamos, como casi siempre a buenas horas, o sea temprano y tras hacer el "check-out", por cierto que tenían todo el siste...