viernes, 19 de enero de 2024

Navidad 2023. Esto es un no parar...

Como que el cumple de Josefina se celebró el 16 de diciembre, después de la fiesta apenas quedaba una semana para las Navidades, con lo que el título de esta entrada se convirtió en una realidad palpable. Había que preparar casi todo en tiempo record: comprar las viandas para Nochebuena y Navidad, además de los caldos que también cuentan. Preparar toda la parafernalia para que el "tió" pudiese cagar con cierta facilidad y para que Papá Noel pudiese hacer llegar los regalos a todos los lugares de destino. En fin un no parar que un servidor se empeñó en complicar haciendo de cenar unas costillitas de cabrito rebozadas.

Nochebuena. Terrassa
Bueno, pues sin apenas darnos cuenta, llegó la hora de la cena de Nochebuena en Terrassa y allí nos reunimos como siempre la familia anfitriona, nosotros, la de Manel, Mónica y Claudia, la de Carlos, Izarbe y Roger y la de Carmina, hermana y tieta a vez.

Tras la cena rigor, entrantes selectos, la sopa de caldo que no puede faltar nunca y el referido cabrito rebozado, con escaso tiempo para los postres y turrones, los dos pequeños se lanzaron a castigar a golpes al "tió", con unos sticks de hockey que en su día pertenecieron a sus padres. Como no pudo ser de otra manera el apaleado cagó todo lo que tenía hasta quedar exhausto, para alegría y jolgorio de mayores y pequeños. 

Estos últimos, tras una primera ojeada a los regalos que les tocaron y de ayudar a abrir algunos de los regalos a sus padres, abuelos y tieta, quisieron experimentar si ya el "tió" había agotado todos sus presentes.

Para ello, ni cortos ni perezosos, se dirigieron a la parte trasera del mismo con la sana intención de olerlo, pues en sus cabezas rondaba la idea de que si olía a "caca" era que ya se habían acabado los regalos, y como no acababan de oler, reclamaron la colaboración de su yaya que les corroboró para su desengaño, que ya no había más regalos. O sea, que olía...

Una vez recogidos todos los envoltorios de los regalos y la mesa de la cena, toca como cada año irse a descansar para poder afrontar el día de Navidad en el pueblo, donde espera toda la familia para celebrar con una comida tan señalada fiesta.

Navidad. Villanueva
Como ya es habitual Carlos, Izarbe y Roger se quedan a dormir en casa para facilitar la marcha al pueblo del día siguiente, en que nos despertamos temprano pero sin exagerar y tras un desayuno también contundente pero sin exagerar, cargamos los coches y nos dirigimos hacia Villanueva de Sijena. 

Por su parte Manel, Mónica y Claudia se fueron a dormir a Sabadell para desde allí dirigirse ya directamente al pueblo a la hora de la comida. Unos y otros gozamos a partir del Pla de Lleida de la magnífica niebla que nos acompaña casi cada año.

Allí nos reunimos como he dicho prácticamente toda la familia, la bisabuela, los hij@s y consortes, los niet@s y consortes, los bisniet@s que a estas alturas ya son seis y no sé si alguien más. La comida como siempre tuvo como plato estrella los canelones que elabora Josefina, al parecer con la inestimable colaboración de Margarita. Luego las aportaciones de los nietos, zamburiñas, berberechos, pulpo (que conste que no hay ningún gallego) y este año a petición de Mery, costillitas de conejo rebozadas. No puede faltar nunca la carne (sea bovina u ovina) en esta casa. Total que al final también nos la comemos pese a la creencia de muchos de nosotros que es demasiada vianda.

Cumple de Roger
Este año, no obstante, la palma de la comida se la han llevado las bebidas, pues tras el regalo que Martín recibió de parte de sus hijas, una botella de Blecua, yo le tenté diciendo que si la ponía para comer el día de Navidad, yo aportaría otra botella que me habían regalado mis hij@s, una de Vega Sicilia. Los dos nos tomamos la palabra y así fue como nos bebimos esas dos excelentes botellas.

Martín volvió a sumarse al jolgorio y dijo que después de aquello, bien valía la pena con los postres y los turrones meterse entre pecho y espalda unas botellas de Moet-Chandon antes de que se pasasen de fecha de consumo. Así fue como los caldos ayudaron a hacer una gran comida, al tiempo que alegraron la fiesta.

Después de un paseo desengrasante y más que necesario, a pesar de que la niebla como sucede año tras año no nos deje ver el sol, es de suponer que este se puso, porque en un instante estuvimos sumidos en una noche cerrada, en que apenas se veía nada.

Al día siguiente, sin madrugar mucho hicimos una escapada a uno de los lugares que nos gustan por una cosa u otra y que no es otro que Barbastro. Este año al equipo de futbol de la ciudad le había tocado en suerte el Barça en la Copa del Rey, y ya se veían algunos comercios con bufandas conmemorativas del evento. Lo cierto es que nosotros fuimos a comer y "descubrimos" el restaurante del hotel San Ramón en pleno centro y que desde aquí recomiendo a quien se pierda por aquellos lares.

Nochevieja. Bodeguiya de Abajo
El día siguiente, 27 de diciembre cumplió 3 añitos nuestro nieto Roger, así que aprovechamos o mejor aprovecharon sus padres para hacer la celebración en la bodega de casa. Acudieron sus amig@s del pueblo de edades parecidas, hij@s de las amigas de Izarbe. También llegaron los tíos-abuelos del pueblo con el pequeño Guille, que aún no tiene el año. Y tampoco podía faltar la bisabuela del cumpleañero, que durante las vacaciones se queda en Villanueva.

Una merienda-cena abundante (lo digo por lo que sobró), junto con el pastel de cumple y las consabidas velas, a las que se apuntaron a soplar prácticamente toda la chiquillería participante, hasta el punto que fue imposible hacer una foto con Roger solo soplando. Poco a poco cada uno fue marchando a su casa y después de recoger la bodega, aún nos dio tiempo para acercarnos al nuevo local del club, que aunque no esta pulido totalmente, pudimos tomar un trago y ver lo bien que ha quedado. Esperemos que funcione bien, la gente y el espacio lo merece.

La última jornada de vacaciones, tocaba ágape con la peña en Fraga al tiempo que visitamos el Belen que cada año realiza una asociación del lugar, este año con grandes connotaciones ecológicas y dedicado a San Francisco de Asís, a la postre "inventor" del asunto. 

Como había niebla y más que frío, decidimos que este año la reposición de fuerzas sería a la hora de la comida, pues nos permitiría regresar a casa sin tanta nocturnidad ni tanta niebla. Así, antes de la visita comimos en el Borau, bien por cierto, y paseamos por la tarde visitando el magnífico pozo de hielo que han restaurado en la zona del Segoñé.

Reyes. Terrassa otra vez
A la mañana siguiente, preparativos del viaje y a Terrassa, que hemos de preparar el final de año en la Bodeguiya, aunque a decir verdad, pocos fueron los preparativos ya que este año las tropas estaban algo justas (8 comensales) y no sé si recuerdo algún fin de año con tan poca participación. A pesar de ello cumplimos con todos los rituales de la fiesta: cena, cotillón, uvas, cava y hasta baile. No permitiremos por pocos que seamos que el programa se modifique. 

El primero de año es el santo de Manel, cosa que aprovechamos para reunirnos y comer todos juntos para celebrar la ocasión. Hace años también era el santo del abuelo y comíamos juntos también. Es una tradición que creo que mientras podamos vale la pena mantener.

Luego, después de unos días sin fiestas que nos ayudaron a desengrasar un poco los excesos cometidos llegó la noche más mágica del año, con las cabalgatas de los Reyes, cada uno en su ciudad, aunque eso sí, como que los Magos son capaces de dejar regalos para cualquiera y en cualquier sitio, el día siguiente aprovechamos para montar un desayuno con chocolate y con churros en casa. Así, toda la familia pudo recoger los regalos que en nuestra casa habían dejado la noche anterior.

Y así, más o menos terminó nuestra Navidad, sin parar, pero con gamas de que llegue la próxima para poder disfrutar de todo lo que hemos disfrutado en esta. De todas maneras, queridos muros, la intención es seguir pasándolo bien entre una Navidad y otra, que hay otras muchas cosas igual de divertidas en ese espacio de tiempo. No las dejaremos escapar.

viernes, 5 de enero de 2024

Una fiesta irrepetible: Josefina cumple 90 años

Venía mi hermana Margarita desde hacía casi un año dándole vueltas a su cabeza acerca del cumpleaños de nuestra madre Josefina, que en este año cumplía los 90 redondos. Bueno, a parte de darle esas vueltas compartía con unos y otros (familia política, nietos, etc) las ideas que le asaltaban para poder celebrar una fiesta en condiciones. Obviamente todo el mundo estuvo de acuerdo y se pudo fijar por razones de agenda de todos el 16 de diciembre como fecha para llevarla a cabo. Y esta es la historia de la preparación y la celebración de tan redondo aniversario.

La mesa
Con tiempo suficiente se decidió que el evento sería en Albalatillo, a fin de cuentas es su pueblo de nacimiento y también el de mi hermana y mío. El lugar adecuado sería la zona más o menos reservada del bar o local social del pueblo. No hubo grandes problemas en pactar su uso con la concesionaria actual del mismo que nos comunicó que no hacía comidas, pero que ponía el local y las bebidas.
Con estas condiciones empezaron los preparativos de la fiesta, Margarita y Martín, por proximidad se encargaron de negociar las comidas y las bebidas. Por deferencia a la encargada del bar del pueblo, una vez decidido que el festín sería un pica-pica y luego un segundo plato y postre, se le encargó la primera parte a él,  elaborándonos un listado de las posibilidades que tenía. 

Se eligieron opciones que pudieran adecuarse a los gustos del grupo, así que hubo tapas de pescado, tapas de carne, tapas sin gluten y hasta alguna vegetal. Así mismo se optó por vino de la tierra (Somontano) y otros refrescos y bebidas al gusto de los más jóvenes. El segundo plato como no podía ser de otra manera, "carne", que es el término que en nuestra familia se utiliza para decir cordero. Los mismos actores se encargaron de negociar las raciones al restaurante "los Monegros" de Sariñena, que elaboraron tan preciada vianda de forma exquisita y con un excelente resultado: el plato estaba realmente bueno.

Comensales
Para acabar el festín, también Martín y Margarita se hicieron cargo del asunto: Fueron a la pastelería Trallero, también en Sariñena y pidieron que les elaboraran una tarta decorada con el nombre de Josefina y la efemérides (90 años) y otra más pequeña pero también muy buena, pues pude probarla, pero que estaba hecha sin gluten por la intolerancia al mismo de algunos de los comensales (Martina). Pero luego la probamos casi todos.

Luego, cafés, brindis y demás vivas y el pase de un pequeño documento audiovisual, que yo había preparado, con la ayuda y colaboración de prácticamente todos los invitados. Era un recorrido por las cosas que habían pasado en el mundo desde el año 1933 hasta el 2023, que son los noventa años que Josefina ha vivido hasta la fecha. Eran grandes acontecimientos mundiales salpicados por pequeños eventos más particulares, como nacimientos y bodas de la familia, desde el más veterano, Josefina en 1933 hasta Guille, 2023. También iba acompañado de músicas de las diferentes épocas. Al final creo que me salió un poco parcial: no puse ninguna Champions del Madrid y sí puse alguna del Barça, pero como tienen muchas supongo que les da igual...

 Más comensales
Después se pasó a la entrega de regalos, que fueron diversos y de todo tipo, desde joyas, pasando por ropa, hasta un cuadro que era un retrato suyo, en el que inicialmente no se reconocía mucho (se veía algo mayor) pero que esperamos que le vaya gustando poco a poco. Otro de los regalos que tuvo fue un poster a modo de árbol genealógico con las fotografías de todos los miembros de la familia.

Ya acabando la ceremonia, mi hermana leyó un emotivo texto que ella misma había escrito en que recordaba la aventura de la vida de Josefina y un poco la de todos los que hemos estado en ella con más o menos intensidad o durante más o menos tiempo. Ciertamente emocionante por la cantidad de vivencias que resumió en unas pocas líneas.

A estas alturas de la celebración, el grupo de los más jóvenes (bisnietos y bisnietas) ya andaban como motos y con ganas de jarana, y Daniela, la mayor, apenas podía contenerlos, pues los más mayores de la fiesta andábamos enzarzados en conversaciones de diversa índole, habiendo delegado en ella el mando de las tropas más pequeñas. En un momento dado alguien recordó que de alguna manera tendríamos que dejar constancia del acontecimiento y pensó que sería bueno hacer fotos por grupos, del grupo entero, etc.

L@s bisniet@s
Lo que realmente fue difícil conseguir que los bisnietos y bisnietas se estuviesen quietos y pudiésemos hacer una foto de la bisabuela con ellos. Y como no fue fácil adjunto en este escrito prueba de ello: la foto de Josefina, Daniela, Jorge, Claudia, Martina, Roger y Guille. Un buen final para una fiesta excelente y emotiva.

Luego ya llegó la parte más de intendencia, en la que se recogió el local, que generosamente nos cedió la concesionaria del mismo, y recogiendo regalos y tratando de controlar a la chiquillada, ya cada mochuelo se fue a su olivo, con la sensación de haber pasado un día magnífico y con las ganas de volverlo a repetir. 

Bretaña y las Islas del Canal. Y parte Cinco

Nos despertamos, como casi siempre a buenas horas, o sea temprano y tras hacer el "check-out", por cierto que tenían todo el siste...