martes, 16 de octubre de 2018

Vuelta al cole... las obras

Hacía tiempo que nos rondaba por la cabeza la idea de acabar de reformar la casa de Villanueva de Sijena. Unos años atrás la hicimos habitable con el nuevo tejado, cocina, baño, instalación eléctrica y calefacción, pero siempre nos quedaron las ganas de hacerla además confortable.
Buscando los desagües
Así pues, este largo verano, empezamos haciendo un listado de las cosas que  faltaban para lograr ese objetivo de confortabilidad. Dicho y hecho. Y es más, nos lanzamos a la aventura de presupuestar tanto en lo económico como en lo temporal, como podría ir el asunto. Total que en menos que canta un gallo, nos cuadró lo uno y lo otro. Y sin tiempo para pensarlo más nos vimos envueltos en la vorágine de encontrar muebles, baños, mesas, armarios y en la de decidir los pavimentos, las puertas, la climatización, etc.
Todo eso era relativamente rápido, pero había algunos detalles que debíamos solucionar antes de ponernos en marcha. Primero desmontar y trasladar todo lo que sobraba en la casa. Es increíble lo que los seres humanos somos capaces de almacenar y guardar, eso sin padecer un síndrome de Diógenes.
Una vez establecido lo que "sobraba", se tenía que trasladar en parte al vertedero y en parte al almacén de Martín, un reciclador fuera de serie, que es capaz de ver un magnífico recubrimiento, donde yo solo veo cuatro tablas viejas.
Las primeras actuaciones
Se presentó con su remolque en la puerta de casa y empezamos con el traslado al vertedero, con la amable colaboración de los vecinos, que aparte de animarnos nos iban haciendo sugerencias. Hicimos dos viajes completos de todo lo que se nos ponía delante. Tanto fue el afán de vaciar la casa que alguno de nosotros, creo que yo, cargó una caja cerrada, que contenía juguetes de nuestros hijos y que fue a parar a los escombros.
En realidad, el vertedero es un contenedor grande que se coloca en una zona del pueblo durante una semana, pasada la cual un camión se lo lleva lleno y lo vuelve a traer vacío el mes siguiente. Así que Pili que había guardado durante años estos juguetes no estaba dispuesta a perderlos en cinco minutos y al día siguiente a primera hora se lanzó hacia el contenedor y como si de una indigente se tratase, movió lo que hizo falta hasta que los recuperó y los devolvió de nuevo a su sitio: el garaje de casa.
Una pared recubierta
Hay que decir, que uno de los días que hicimos de "canguros" de Daniela y Jorge, fue un gran entretenimiento  para ellos, lavar los juguetes con una manguera, secarlos y jugar con ellos. Como se supondrá luego hubo que bañarlos a ellos, secarlos, darles la cena y hasta ponerles el pijama antes de llevarlos a dormir a casa de sus abuelos.
Una vez limpio el garaje y la casa de una parte de lo que sobraba, la empresa constructora se puso en contacto con nosotros para comunicarnos, que las obras empezarían de inmediato o cuanto antes mejor. De prisa y sin pausa pusimos en marcha un tercer remolque para continuar con la limpieza de la casa y sobre la marcha fuimos haciendo algunas modificaciones de la idea inicial, siempre añadiendo algo, nunca quitando y así la reforma se ha convertido en una obra en toda regla, que por lo que intuimos nos dejara una casa más que confortable.
Hasta decidimos dotarla de aire acondicionado, que inicialmente no estaba en los planes, pero en un verano como el que hemos tenido cualquiera se negaba a prescindir de esta instalación.
El futuro baño y el suelo
Aún ahora, cada semana vamos a ver la obra y lo cierto es que va a un ritmo espectacular, y es posible que hasta se acabe en los plazos previstos.
Nos gusta especialmente como van quedando las reformas y creo que incluso más de lo que habíamos previsto. Ya se van intuyendo como serán la cocina, el estar con la "cadiera", la habitación de la planta baja, el baño y los techos del garaje bajados.
Cuando se termine todo tendremos que hacer una inauguración con todos los amigos, conocidos y familiares que durante estas semanas han aguantado nuestras especulaciones, cambios y recambios del proyecto constructivo y de decoración de los nuevos espacios.
También haremos una entrada en este blog para que mis "paredes" puedan ver fotográficamente, el antes y el después de la reforma.

jueves, 11 de octubre de 2018

Vuelta al cole... otras fiestas y algunas salidas

Siguiendo con la "rutina" veraniega, tras unos días ya obligados de playa, en este caso repitiendo Tossa de Mar, lugar que nos encanta y nos sentimos casi como en casa, cambiamos de mes y nos presentamos en plenas fiestas de Villanueva de Sijena.
Nuestra peña en este pueblo se llama "La Alegría" y nació en principio solo para chicas en aquellos años en que la mayoría de ellas estaban formando su espíritu en colegios religiosos, mayoritariamente en Vic, y a la que nos añadimos sus consortes a medida que íbamos emparejándonos. Esto puede explicar que no la bautizasen con otros nombres más canallas y nunca han querido sus fundadoras cambiarlo, todo y que en la actualidad algunos habríamos propuesto algún cambio tipo "La Anarquía", pero ni nos atrevimos a nombrarlo.
Caracolada
Este año la peña ha tenido una especial relevancia, ya que el sábado y domingo, nuestro bar de cabecera estuvo cerrado por las noches por falta de personal, y tuvimos que sustituirlo con nuestro local, menos mal que José Ramón es un experto en hacer gintonics al estilo "alegría", o sea flojillos, y todo quedó en una anécdota y el lunes ya estuvo abierto "el barbero".
Por lo demás, todo siguió el guión establecido, los festivos gran afluencia en la peña y los laborables escasa participación. El salmorrejo de cada año y algo que se va abriendo paso poco a poco: las caracoladas de Marta. No faltó ni el pregón de fiestas, ni los vermuts (Pili y Luisa son unas fans incombustibles de los mismos), ni el baile en la plaza, ni el entierro de la sardina.
Una vez acabadas las fiestas y con el calor que se apoderó de la comarca, aunque me consta que fue prácticamente en medio mundo que hizo mucho calor, se hacía difícil cualquier actividad, que no fuese la piscina, la siesta y la cerveza al atardecer.
Pero este grupo, pequeño porque las obligaciones de unos y otros (vacaciones, cuidar nietos y los menos trabajo) lo hacen disminuir de tamaño, pero no de entusiasmo, así que los que estábamos disponibles decidimos programar diversas actividades, entre las que no podían faltar las cenas comunitarias y sobre todo las fiestas de Huesca, que al menos el que escribe, no esta dispuesto a perdonar ningún año el estofado de toro, que con la que estaba cayendo es refrescante y ligerito.
Mequinenza. Museo de la Mina
Así pues nos lanzamos a la rutina de llegar a Huesca, ir directos a la Plaza Lopez Allué, ver el ambiente y lanzarse hasta el Coso para ver la salida de los toros, uno de los espectáculos más interesantes de la fiesta. De esta me matan los vecinos de la capital, que además ahora tienen equipo de futbol en Primera División. Bueno, este año nos quedamos sin espectáculo porque la cosa se alargó mucho con un torero que se jubilaba o retiraba y no acababan nunca los aplausos y las despedidas, y lo que sí era hora es de la reserva que teníamos para cenar: Da igual como este el guiso, Dios mediante el año que viene pienso volver.
Otra de las salidas del verano fue la visita al pueblo de Mequinenza, algo que teníamos previsto desde hacía años y que debido a la proximidad del mismo, siempre íbamos posponiendo, hasta que finalmente este año nos lanzamos a su conquista.
Personalmente me sorprendió mucho, un pueblo que llama a sus calles por Letras y Números, que vivió durante mucho tiempo de las minas de carbón, que transportaban hasta Catalunya en unos barcos especiales a través del río Ebro. Que fue inundado en parte por la construcción del pantano que lleva su nombre, que fue reconstruido íntegramente después de ser derruido y que está bañado por dos ríos, el Ebro y el Cinca.
En la puerta del Monasterio
Pudimos ver, aparte de las Minas el Museo donde se recoge la historia romana y contemporánea del pueblo y en el que se rinde homenaje a uno de sus hijos más ilustre: Jesus Moncada, polifacético artista, que mezcló la fotografía, el costumbrismo y la literatura. En fin, un pueblo cosmopolita por encima de cualquier frontera o límite: pertenecen administrativamente a la provincia de Zaragoza, tienen el prefijo telefónico de Huesca, van al médico a Lleida y se expresan preferentemente en catalán.
Otra de las actividades, que no de las salidas fue ir a visitar los llamados "bienes" devueltos por la Generalitat, previa sentencia judicial eso sí, al Monasterio de Sijena. Pedimos la correspondiente hora y nos acercamos a verlos. Gracias a la gestión de alguien del grupo se pudo hacer una visita también al cenobio, que en mi opinión es igual o más interesante que la de los referidos. Nos acompañaban en esta visita nuestros amigos de Boltaña, Antonio y Teresa, a los que el año pasado visitamos allá en su pueblo. Después del recorrido cultural, no nos quedó más remedio que todos juntos ir a comer al restaurante del pueblo (La Bodega), donde dimos cuenta de todo lo que nos sirvieron, incluido un magnífico "Taboulé", o como se llame.
Las bodegas Sommos
También hicimos salidas y actividades, lúdico gastronómicas, no solo con la peña sino también con la familia. Entre las más destacadas con la primera, fuimos a cenar a "La Mayor" en Alcolea de Cinca, para dar un poco de descanso a "El Portal", que era nuestro restaurante de cabecera en esa localidad. En Fraga estuvimos en el "Martín", que ya conocíamos desde hace años y que para nuestra sorpresa nos obsequió con una excelente cena, aunque en el menú no estaba incluido el vino.
Luego con la família estuvimos en Huesca con Mery comiendo en "La Plancha", un nuevo local derivado de uno más antiguo del mismo nombre al que yo había ido alguna vez en los tiempos de estudiante en la ciudad. Comimos tan bien que pocos días después aprovechando la visita de nuestros amigos de León (Mª Jesús y Ricardo) repetimos el sitio.
También fuimos a visitar y de paso a comer, o quizá al revés, con la familia las Bodegas Sommos en el Somontano. Espléndido el edificio que las alberga y buena comida con buen riego como no podía ser de otra manera.
Finalmente y ya para acabar el verano, una pequeña representación de la peña (Pili, Luisa, J.Ramón y el que escribe) decidimos tirarnos a la aventura de visitar el Monasterio de Piedra. Digo lo de aventura por lo lejos que está no por los peligros y sorpresas que la visita pueda tener.
El Monasterio de Piedra
Pues sorpresa sí que tuvo, yo no recordaba si había estado o no, pero supongo que no porque no recordaba nada del lugar y he de decir en honor a la verdad que me pareció un lugar al que vale la pena escaparse un día, o quizá hasta dos. Allí hay una bonita hospedería u hotel, o lo que sea. Los paisajes y los paseos son preciosos y sobre todo tranquilos y refrescantes por la cantidad de agua que circula por el recinto. Dicen que muchas cosas son artificiales y que el río Piedra no hace tantos saltos. Seguramente es cierto, pero también la catedral de Burgos es artificial y bien bonita que nos parece a todos.
Como podeis imaginar mis queridas paredes, también allí decidimos optar por la gastronomía de la zona, y degustamos unas migas de pastor, que estaban realmente buenas y un trucha de segundo que también estaba buena, pero encontramos a faltar en el plato el jamón que le ponen, cuando se hace al estilo "navarro". Pecata minuta, no obstante, que nosotros nos adaptamos a todo. Por la tarde hicimos la visita al Monasterio o lo que queda y tras pasar por la tienda del complejo, nos volvimos a casa.
Más cosas tuvo este verano caluroso y largo, pero sobre todas, destacan las obras que hemos emprendido para remodelar la casa de Villanueva. Eso será probablemente otra entrada de este blog.



lunes, 8 de octubre de 2018

Vuelta al cole.... la fiesta del Club de Futbol Albalatillo

Pues bien, que uno no puede volver al cole, sin hacer un repaso con su colegas, en este caso mis queridos muros, de lo que ha deparado un periodo de tiempo que este año, más caluroso que nunca también ha sido más largo que nunca. No recuerdo haber hecho dos meses de vacaciones desde la época escolar infanto-juvenil.
Todo empieza este verano con el homenaje que preparamos en Albalatillo, para dos de los principales artífices del nacimiento del club de futbol en 1975 y que tantos días de alegría nos dio y tantos recuerdos inolvidables nos proporciona aún hoy, y más en este día de fiesta.
La fecha elegida fue el 21 de julio, en plenas fiestas mayores del pueblo. Ya hacía días que un  grupo de ex-jugadores, con la inestimable colaboración de prácticamente todo el vecindario preparábamos el festejo. Así que ese día a las 10:00 h más o menos nos fuimos acercando a la carpa de la plaza todos vestidos con una camiseta del Albalatillo, fielmente reproducida, con escudo, dorsal y nombre. Magnifico el trabajo del Rubio y Paquito, para conseguir que cada uno tuviese la suya y de su talla.
Los homenajeados y sus esposas
Se montaron unos paneles con las equipaciones antiguas, hay quien las conserva con gran cuidado, se expusieron todo tipo de objetos de la época, desde las actas, el botiquín y las fichas de la federación, hasta carteles, calendarios y como no la copa que acreditaba el primer campeonato de liga. Y digo el primero porque hubo un segundo. Hasta una portería con una área marcada y punto de penalti para que los chicos más jóvenes se pudiesen entretener y pasar de las batallitas que explicaban en diversos corrillos las figuras de aquella época. Al tiempo que todo esto pasaba en una pantalla se proyectaba una presentación de la historia del club. Excelente trabajo de recopilación de Enrique y de montaje y elaboración de Beatriz.
Todo preparado, empezaron a llegar los protagonistas, Pepe el Rullao y Pepe el Tubero, primer entrenador y primer presidente del club respectivamente. Ni que decir tiene que ellos representaban a todas las personas que, desde directivos, jugadores y aficionados en general, eran también los destinatarios de este homenaje. Luego fueron llegando jugadores, familiares y en general todo el que quiso participar del evento, que a decir verdad fue todo el pueblo. Aparecieron los fotógrafos, amateurs y profesionales que dispararon sus cámaras y móviles a diestro y a siniestro, además de a un decorado previsto para la ocasión. En este ambiente festivo y emocionante, sobre todo para los que fuimos parte de aquel proyecto, pero también para los demás que también se emocionaron al ver ambiente que reinaba y que de alguna manera reproducía el que se vivió en aquel momento. Así empezaron a aflorar las batallitas.
Aquel equipo en la actualidad
Todo el mundo tenía la suya particular, pero la mayoría con el paso del tiempo eran divertidas, aunque en su momento alguna nos hizo sufrir. A través de la memoria y colaboración de todos pudimos elaborar una pequeña "publicación" que se entregó a los asistentes y que contenía algunas de estas anécdotas. Muchas fueron, pero destacaríamos las que fueron más sonadas y conocidas: las relacionadas con la creación y la financiación, la de los cambios en el primer partido, los "derbys" particulares, los viajes, las tarjetas injustas, algunas juergas y hasta alguna de la liberación sexual...
En este tono festivo y familiar también pudimos abrazarnos con gente, principalmente jugadores que vinieron de otros pueblos a sumarse a aquella fiesta, que hacía años y años que no nos veíamos y conversar de como nos iba en la vida y los avatares que habíamos pasado hasta la fecha. Salvo contadas excepciones lo más significativo era el cambio de color del pelo hacia el gris, al que le quedaba, y el cambio de talla de las camisetas. También se mezclaron recuerdos de la personas que no estaban ya, unas por lógica biológica, otras por obligaciones familiares. Todo ello en un ambiente excepcional, como pocas veces hemos visto. Igual que cuando estabámos en activo en aquellos años 70-80. Ya se que puedo parecer pesado y pido disculpas por ello, pero es que aquella época fue así, genial y en estos momentos aquel espíritu y aquella magia estaba volviendo a reproducirse.
La comida
Y como que parte de la magia de aquellos días pasados eran las "alifaras" o "lifaras", no sé bien como se escribe, nos dirigimos al salón del Ayuntamiento donde dimos buena cuenta de una suculenta comida que habían encargado algunos de los organizadores a una empresa de catering. No sé bien si por méritos propios o por la compañía, estaba excelente. Como no podía ser de otra manera la regamos con buen vino y buena cerveza, y hasta con agua algunos (los años no perdonan y hay que cuidarse).
Después de los postres llego el momento de las palabras y de las entregas de recuerdos de la ocasión a los homenajeados. Los conductores de la gala, como dirían ahora, fueron Jesús y Manolo (El Soldao y Chamorro para despistados) y con su innegable "saber hacer", consiguieron hacer de ella un evento entretenido, divertido y ágil. Aquí ya las sensaciones estaban más sueltas, algo tendría que ver el riego, y todo fue emocionante, nos cansamos de aplaudir y dar "vivas" a cada momento.
Luego vinieron los gintónics y otros "bebercios", que ayudaron aún más a desatar al personal, y entre cánticos y risas, pasamos a la hora de las fotos grupales, los del equipo antiguo solo, todos juntos, durmiendo, despiertos, caídos, etc. etc.  No obstante, quiero hacer especial mención a una de las fotos, realmente original, y que adjunto en esta entrada: la de los dos principales homenajeados con los hijos de los que fuimos sus jugadores.
Pepe y Pepe con los hijos de los jugadores
Poco a poco las fuerzas fueron bajando después de tantas emociones, tanta comida y tanta bebida y algunos se fueron retirando a sus aposentos, aunque me consta que otros aguantaron prácticamente hasta la noche y empalmaron la comida con la cena y la fiesta del futbol con la fiesta de la plaza. ¡Bravo por ellos!
Para terminar este breve relato de lo que fue este homenaje, me remitiré a lo que en otras entradas de este blog he defendido, que hay que tener memoria y no nostalgia. Este día pude descubrir que sigo en lo cierto: Aquella historia del equipo de fútbol fue magnífica, y hay que recordarlo siempre, pero esta fiesta también ha sido magnífica. Lo importante es disfrutar en cada momento con lo que toca y apurar el presente, que es lo que más cerca tenemos.
Dentro de poco esta fiesta será memoria y haremos otra igual o mejor, que será presente.

Bretaña y las Islas del Canal. Y parte Cinco

Nos despertamos, como casi siempre a buenas horas, o sea temprano y tras hacer el "check-out", por cierto que tenían todo el siste...