miércoles, 18 de septiembre de 2019

Belchite

Tenemos unos amigos, viajeros impenitentes, a los que apenas les faltan 20 o 25 países para completar su visita a todo el mundo mundial. Entre los muchos países que han visitado están los devastados por guerras pasadas, recientes y presentes, Irak, Afganistan, Somalia, etc... 
Una de las calles
Hace unas semanas quedamos para comer y hablando de los desastres de la guerra, salió en la conversación la historia de Belchite, a cuatro pasos de aquí si lo miramos con la perspectiva de los otros países en que han estado. Les explicamos por encima la historia del pueblo viejo y se interesaron tanto que programamos una salida para visitarlo en un periodo breve de tiempo. Dicho y hecho. Esta entrada es lo que dio de si la visita.
Llegamos a la hora prevista a la Puerta de la Villa, una de las tres que tenía el pueblo y en la que se iniciaba la visita guiada. Las puertas eran el único acceso posible al centro de la localidad, ya que estaba dispuesto con casas adosadas que rodeaban el perímetro y que ejercían la función de muralla y le daban una capacidad de defensa por encima de la que podría ser esperable en cualquier municipio de la zona.
La existencia de las ruinas de Belchite se fundamenta en una decisión del Dictador y/o de su Estado Mayor, a fin de que las generaciones venideras, supongo que nosotros, descubramos la barbarie de la guerra, o mejor para el régimen nacido de ella, veamos los destrozos hechos por unos y las bondades de los otros, que construyeron un pueblo nuevo a lado mismo del antiguo. Parece ser que el propio Franco estuvo una vez finalizada la contienda, prometiendo la creación del pueblo nuevo, aunque todo esto se fue dilatando y muchas familias siguieron viviendo en el destrozado hasta los años sesenta y largos, que se dio por finalizada la obra.
La Torre del Reloj
Hecha esta previa, lo que realmente nos interesaba de esto, sobre todo a mis amigos era la historia de aquellos 14 días de asedio y de guerra cuerpo a cuerpo de la que fueron testigos las ruinas que hoy podemos ver y algunos vecinos que todavía viven y que vieron aquel despropósito.
La historia comienza con la idea de las tropas republicanas de lanzar una ofensiva a gran escala con el fin de tomar Zaragoza, una de las plazas fuertes en manos de los sublevados. Según algunos autores la linea de avance sería de unos 100 Km, aproximadamente desde Zuera hasta Belchite y estaría dividida en varias puntas de lanza (entre 8 y 10). Según parece las puntas de lanza de la zona más al norte avanzaban sin problemas y reconquistan fácilmente páramos y tierras prácticamente despobladas, pero las de la zona sur, en concreto las de Belchite se atascan de manera importante, por un lado debido a la comentada estructura del casco urbano y principalmente porque a la localidad habían acudido entre 3000 y 7000 efectivos militares sublevados para su defensa, solo unos días antes del ataque definitivo.
La batalla empieza desde la zona denominada de los Olivares y desde las afueras del Seminario, por parte de las tropas republicanas, encontrándose con una defensa totalmente inesperada, casi numantina. Esto desconcierta a los mandos, que ven que no deberían estar mucho tiempo en la conquista de la plaza, porque rompe todos los esquemas previstos por el Alto Mando, que piensa solo en Zaragoza como objetivo final.
Así, se pone en marcha toda la maquinaria de guerra, desde aviación a carros de combate a fin de perforar las paredes que rodean la villa y poder entrar. Las ruinas actuales dan fe de la crudeza de aquella batalla y mucho más cuando se sabe a ciencia cierta que se peleó, casa por casa y cuerpo a cuerpo hasta la rendición pasados los 14 días de combates. El resumen más triste de todo, es que la población de Belchite era de unos 3000 habitantes, y los muertos aproximados fueron unos 6000 entre unos y otros.
Las columnas republicanas hacia Belchite
Paseamos por el pueblo, por la calle mayor, una avenida recta en la que están las principales casas del pueblo, por su tamaño y por su poderío económico. Todas estas prácticamente destrozadas. Vamos avanzando y vemos las dos plazas una con la casa de la Domi, también en el suelo pero que todavía deja ver algo de su esplendor. La otra frente a la Iglesia de San Martín, con sus cúpulas agujereadas y las que no, en el suelo. Solo quedan algunas columnas que delimitan las capillas, en las que ya no se puede entrar por el peligro de derrumbes, que se van produciendo a lo largo del tiempo.
Siguiendo el paseo llegamos a la conocida como Torre del Reloj, donde antiguamente se asentó una sinagoga judía, que luego albergó la iglesia de San Juan. También podemos apreciar las ruinas del convento de San Rafael, de las Hermanas Dominicas y las del convento de San Agustín de los Hermanos Agustinos. Por una de las calles perpendiculares a la calle mayor se accede a una plaza en la que esta la Iglesia de San Agustín, en la que en uno de sus laterales se puede apreciar todavía un obús incrustado en una de las columnas, que permanece allí desde la contienda. En una de las plazas se puede ver un pequeño paredón en el que al parecer se procedía a los muchos fusilamientos que tuvieron lugar durante la batalla y en días posteriores.
A lo largo de la visita la guía nos va ilustrando de todos estos aspectos de la guerra con gran profesionalidad y en mi opinión con una imparcialidad difícil de encontrar en estos días, y sobre todo porque todavía hay supervivientes de aquel drama que viven, algunos en el pueblo nuevo, otros emigraron como Natalio, autor de la jota que esta escrita a modo de grafiti en la puerta de una de las iglesias:
El paredón don fusilaban a unos y otros
"Pueblo viejo de Belchite/Ya no te rondan zagales/Ya no se oirán las jotas/Que cantaban nuestros padres"
También nos explica la diversidad de actividades en torno la historia del pueblo que se llevan a cabo a lo largo del año, la cantidad de grupos y asociaciones de mayor o menor entidad que trabajan para la restauración y mantenimiento del patrimonio del pueblo, y de paso nos explica la existencia de personajes relacionados con la localidad: Jose Antonio Labordeta, ilustre cantautor hizo uno de su primeros conciertos en una de las plazas, en homenaje a sus abuelos que eran nacidos allí. También nos cuenta que otro no menos ilustre cantautor, Joan Manel Serrat, dedico la canción "Mi niñez" a las visitas que cada verano realizaba a Belchite, lugar que vio nacer y crecer a su madre hasta que emigró a Barcelona.
Siguiendo con las curiosidades nos comentó la cantidad de películas y anuncios publicitarios que se habían rodado en el pueblo, escenario adecuado para rodajes de guerra, postguerra y misterio: Las aventuras del Baron de Munchausen, El laberinto del Fauno, Documental de IV Milenio, etc. Aprovechó para desvelarnos que en 2018 se rodaron escenas de Spiderman, para una entrega del héroe que llevará como subtítulo "Lejos de casa".
Una vez acabada la visita decidimos irnos a comer a Zaragoza, y de paso visitar la Basílica de Pilar, que no es que tengamos una devoción especial, pero nuestros orígenes aragoneses todavía nos hacen pensar que una visita a la capital sin ir al Pilar, es como poco visita...
Luego con nuestros amigos seguimos comentando la visita y a mí personalmente y después de tres visitas a las ruinas siempre me quedan dudas y preguntas que no logro responder con cierta coherencia a pesar de que visto algún documental y explicado desde el punto de vista militar las pueden tener.
La cúpula de una de las iglesias
De todas maneras en mi humilde opinión, y quizá equivocada, me sorprende la existencia de la cantidad de iglesias, conventos, incluido un seminario, edificaciones relevantes, establecimientos públicos, etc., sobre todo si tenemos en cuenta de que se trataba de una ciudad de apenas 3500 habitantes y Zaragoza estaba relativamente cerca.
Otra duda que tengo es porqué no se dejó de lado la ciudad por parte de las columnas republicanas y se siguió hacia Zaragoza, que parece era el objetivo. Hubiera sido lógico si como explican algunos solo se trataba de una maniobra de distracción para debilitar el frente norte de los sublevados, a la vista de que no les sirvió de nada pues ni se movilizaron tropas ni acudieron en ayuda de Belchite.
Y, probablemente lo más sorprendente, como es que habían acudido entre 3000 y 7000 soldados del llamado ejército nacional a la localidad unos días antes de que se produjese el ataque, y de donde salieron aquellos efectivos...
Como comprenderéis queridas paredes, algo tiene este episodio, algo tiene este pueblo y algo tiene esta historia de la batalla de Belchite que se me escapa.
Si alguna día lo descubro, pues todavía me queda algún viaje con otros amigos que están muy interesados en la visita, prometo contároslo.
Hay una visita nocturna que tiene un enfoque algo más esotérico y misterioso donde  igual esta la respuesta a todas mis dudas. Si soy capaz de convencer a mis amigos de hacer esta visita, me apuntaré pues con tres de día ya parece suficiente. No obstante me han comentado que este paseo nocturno con según que condiciones climatológicas, proporciona un cierto "susto" y no está recomendada para personas miedosas.
Lo recapacitaré.

jueves, 12 de septiembre de 2019

Verano 2019. Fiestas y más fiestas.

Es obvio, que este verano hay un acontecimiento que lo marca todo, y que es la boda de Izarbe y Carlos, como habréis podido ver, queridas paredes, en la entrada anterior. Así que empezaremos, justo después, no sin decir que la ceremonia civil fue una semana más tarde de la festiva en los juzgados de Terrassa.
La Fiesta de Albalatillo
Sin casi respiro para los cuerpos que lo necesitaban de verdad, nos metimos de lleno en las fiestas de Albalatillo, que como es sabido, un servidor trata de no perdonar por casi nada del mundo. Este año estaban todos muy orgullosos pues estrenábamos cubierta del frontón, que servía a la vez para carpa de actuaciones y baile de las fiestas.
Cada vez cuesta más que nos sorprendamos con cosas nuevas en las fiestas, pues el esqueleto del programa se mantiene intocable desde hace muchos años, pero con alguna variación en el orden y sobre todo dándonos de comer o cenar gratis o relativamente barato, se consigue gran participación y aspecto multitudinario en los acontecimientos. Así empezó la fiesta con una parrillada de productos cárnicos porcinos muy apreciados en la zona, dejando que la brasas cocinasen la longaniza, el chorizo y la panceta. El pregón había corrido a cargo de mis tíos (María Jesús y Pepito), que habían regentado el bar del pueblo en una larga época, hasta su jubilación.
El resto de la fiesta fue según lo previsto, el tiro al plato (con almuerzo, eso sí), la procesión y misa el día de Santa Margarita (con vermut posterior), las actuaciones para pequeños y el homenaje a los mayores, el concurso de guiñote y butifarra, los bingos de madrugada, los disfraces (magnífica interpretación de las Meninas a cargo de la peña El Trinquete) y la cena popular.
Tras un descanso después de estos días tan intensos, regresamos a Terrassa, a fin de poder celebrar el 60 cumpleaños de Ana PDL, una de las amigas del grupo de la bodeguilla. La cosa algo más moderada consistió en una cena de todo el grupo en La Antorcha, con regalos, risas y algunos tragos. Nos quedamos un día en casa para volver de nuevo a Villanueva, donde ya estaban en modo "pre-fiestas" con el fin de preparar La Peña, cada vez más mermada de miembros excepto sábado y domingo que somos más gente.
Las Meninas by El Trinquete
Este año, el nuevo equipo de gobierno municipal adjudicó a la Peña de La Alegría la coordinación del espectáculo que ofrecían los Titiriteros de Binéfar a los más pequeños, y pese a la escasa presencia de miembros del grupo, aceptaron valientemente el reto Mª Luisa y Mari Pili, que con la inestimable colaboración de Lourdes y Marta, pudieron sacar el evento adelante. J. Ramón y un servidor teníamos que ir al bar durante el mismo.
Como siempre que hay un acontecimiento familiar festivo (bodas, bautizos o comuniones), los implicados en ellos suelen invitar a una cena. Así que este año la cena del salmorrejo fue sufragada por nosotros para celebrar en compañía de nuestros amigos peñistas la boda de Izarbe y Carlos.
Como que también coincidía que estaba por inaugurar la bodega nueva de la casa del pueblo, las jerarquías de la peña decidieron que sería bueno y hasta lógico hacer allí la celebración. Pues eso, que se trasladó por un día la sede de la Peña a nuestra bodega, cosa que nos encantó y a disposición para cualquier otra que se proponga.
Las fiestas de Villanueva fueron avanzando poco a poco, con algunas cosas ya típicas de las mismas, como que José Ramón y yo seamos eliminados del concurso de guiñote a las primeras de cambio, intercaladas con algunas nuevas como el vermut popular, amenizado por un grupo rumbero, que hizo las delicias del personal que asistió (unas bailando y otros tomando una cerveza). Parece ser que fue el espectáculo mejor de toda la fiesta, sobre todo por la relación calidad/precio/disfrute, pues el caché de "Paco el de la Eva", creo que se llamaba, no era excesivo y lo bien que se lo paso el personal fue espectacular.
Finalmente llegó el popular entierro de la sardina, pasacalles con charanga y con una tina de sardinas en salmuera que se reparten al personal en general y que se riegan con distintos tipos de combinados, güisqui con cola, ginebra con limón, etc. Este año hubo algún cambio sustancial pues el característico olor de las sardinas se cambio por un olor a gasolina quemada, que ni en un circuito de formula uno. La cosa vino de la idea de los repartidores para llevar las sardinas en un motocultor, cuyo motor de combustión dejaba bastante que desear.
Cena del salmorrejo
Los días posteriores a la fiesta, coinciden con las de San Lorenzo en Huesca, y por razones de calendario este año no pudimos asistir, quedándome con las ganas de comer un buen estofado de toro, que tan a gusto me tomo cada año. Bueno, el año que viene más.
Jesús, amigo y albalatillero, tenía que ejercer de padrino en la boda de su hija Beatriz y nos invitó a La Ronda y pica-pica típicos del pueblo antes de la boda. Se trata de un evento en que se cantan jotas a la novia y creo que también al novio y luego se ofrece un refrigerio a todos los asistentes. Pudimos escuchar a Elena Casaña y Javier Badules, probablemente la mejor pareja de joteros que se puedan escuchar hoy día. Felicidades a los novios y familiares.
Una vez finalizados los eventos festivos de las diversas localidades a las que acudimos hubo que ir a Zaragoza a comprar los detalles que faltaban para tener ya al 100% la casa terminada. Hice una primera aproximación con Martín, pero la verdad es que no hicimos muy bien los deberes pues pocos de los encargos compramos. Fuimos a comer con sus nietos y consuegros a casa de Mireia y Miguel. El siguiente viaje con Pili, ya tuvo más sentido y compramos prácticamente todo lo que faltaba, incluidos los marcos para los carteles de cine, que tanto interés teníamos en colgar como decoración de la bodega. Lo cierto es quedaron muy bien. Además comimos en "Los Espumosos", que aunque en un lugar diferente y una decoración distinta a la que tenían en mi época de la Universidad, conservaban los calamares rebozados y el jarabe de limón para elaborar las cervezas, prácticamente igual que entonces.
En nuestra Peña, tenemos un elemento intermitente, que cada tres años tiene 15 días de vacaciones (no sé con que legislación se rige...) y este año tocaba. Se trata de Conchi, que hace muchos años abrazó los hábitos y ahora ejerce de monja de las Hermanitas de los Pobres en Vic. Siempre que viene aprovechamos para hacer una salida y compartir con ella unas horas que van por encima de las que serían una simple visita.
Este año, primero y para inaugurar las obras de adecuación de la planta baja de su casa, hicimos una cena de todo el grupo, que como suele ser habitual fue un efecto llamada importante y nos reunió a casi toda la peña.
Barbastro, en la tienda de los biarritzs
Después concretamos una salida, que sería a la ciudad de Barbastro, lugar de los esponsales de Doña Petronila con Berenguer IV (creo) y no menos importante, cuna del fundador del Opus Dei, Monseñor Escrivá de Balaguer, que creo que ahora ya es santo.
Visitamos el museo diocesano, la catedral y paseamos por la zona del centro, donde pudimos comprar y degustar los famosos "Biarritzs", unos pastelitos de almendra y huevo, que llevan elaborando hace unos 100 años, más o menos, con una receta que según nos informaron tienen patentada y que obviamente es secreta. La verdad es que están muy buenos.
Con el tiempo pisándonos los talones, fuimos a comer al restaurante el Trasiego, en la zona del museo del vino del Somontano en los aledaños de  la plaza de toros de la localidad. Teníamos muy buenas referencias de algún periódico en el que lo recomendaban y lo cierto es que las expectativas se cumplieron y comimos la mar de bien y con gran variedad en el menú.
Lo dicho, que el tiempo nos apremiaba, porque teníamos reservada una visita guiada y una cata de vinos en las Bodegas Sommos. Pudimos visitar una de las bodegas más modernas de la zona e incluso del país, con miles de automatismos y sistemas para hacer más fácil la elaboración de los caldos, aunque obviamente perdiendo el encanto de las bodegas más tradicionales y artesanales que también existen en el Somontano. Personalmente lo que más me sorprendió fue en sistema de refrigeración  de las salas a través de las barandillas de tubo de acero inoxidable que protegen los pasillos y por las que circula agua fría para conseguir la temperatura adecuada a cada proceso de elaboración del vino.
Tras la visita pasamos a una sala de catas profesional, donde pudimos probar un blanco (gewürztraminer y chardonnay) muy bueno, un tinto (Tempranillo, Cabernet-Sauvignon y Syrah) mejorable para mi gusto y otro tinto (Merlot), el que más me gustó de los tres. Luego pasamos a la tienda que hay en todos los lugares más o menos turísticos, donde algunos o algunas del grupo compraron vino y otros recuerdos de la visita.
Otra visita, en este caso a Albalatillo fue la de Itziar, una compañera de caminos de GRMANIA, que tenía antepasados en mi pueblo y vino a buscar datos al Registro Civil. Algo encontró y lo celebramos como es común aquí: con una comida.
Las noches en el Barbero
También tuvimos la agradable visita de nuestros amigos Carmen y Antonio, recuperados hace unos pocos años. Aprovechamos para ir a comer con mi familia. En la época en que teníamos apenas 14-15 años hubo mucha relación entre nosotros, y la comida nos permitió tirar de recuerdos de entonces. Igualmente aprovechamos para que visitasen la casa natal de Miguel Servet, el más ilustre de todos los villanovanos.
El mes iba avanzando y las tropas iban menguando, pues algunos acababan sus vacaciones o tenían otros destinos donde acabarlas, y como un goteo y casi sin darnos cuenta quedamos cuatro gatos en el pueblo. Ya solo nos quedaban algunas cenas en Alcolea, típicas de esta peña, así como la caracolada que cocina espléndidamente Marta en los últimos años.
Esto nos obligó a refugiarnos cada noche en el Barbero, donde están garantizados los cafés y los gintónics de calidad, así como las conversaciones tan interesantes como alejadas de la realidad política que nos rodea. Desde el desarrollo agrario, pasando por la época de siembra o plantado de diversas especies vegetales, hasta las características especiales que tiene el cuidado del ganado porcino, sea de cría o de engorde.
Dicen que el saber no ocupa lugar y tampoco al parecer tiempo, pues pocos días nos fuimos a dormir antes de la una de la madrugada, enganchados en debates tan entretenidos como los dichos. Así más o menos fuimos acabando el verano del 2019 en el pueblo, regresando cada uno a su particular cuartel de invierno y esperando volver a disfrutar el próximo con la misma intensidad o más que el actual.
Empieza el otoño!!! Caliente, dicen, pero no sé si por el cambio climático... Os seguiré contando, queridos muros...

miércoles, 4 de septiembre de 2019

La boda de Izarbe y Carlos

No estaba previsto en mis planes tener que hacer la entrada de la boda de Izarbe y Carlos, al menos en un periodo de tiempo tan relativamente corto desde la de Manel y Mónica, pero las "cosas del querer" son así y se saltan a la torera cualquier programación o previsión.
Saltándome los años que hace que se conocen y los que llevan viviendo juntos, la cosa empezó a intuirse en Villanueva de Sijena, una noche en que se pidieron o concedieron la mano de uno a otro. Y la intuición fue buena hasta que se convirtió en realidad, que fue incluso mejor. Izarbe un buen día me pregunta con cierto tono diría que hasta despreocupado e intrascendente:
- Papá. ¿que te parecería celebrar tu cumpleaños en una boda...? No tardé ni un instante en captar la intención, y aunque no la hubiese captado, hubiera respondido lo mismo:
Los novios
- Excelente!!! Tu boda, no...?. Evidente, así era, la boda, su boda. Y a partir de ese momento igual que en la anterior de M&M, nos pusimos con su madre a disposición para todo lo que necesitasen y estuviese en nuestras manos, en pro del evento.
Por ser igual que su hermano, ella tomo las riendas del equipo que nos conduciría a la ceremonia y nosotros o al menos yo, al servicio de lo que se pudiese necesitar, eso sí, cuando pasaba un cierto tiempo sin noticias del proceso, preguntaba de manera discreta: Cómo va todo? Tengo que hacer algo? Y vuelta a esperar que me solicitasen para algo. Lo cierto es que casi no precisaron de nuestros servicios para sacar adelante el proyecto.
En estas circunstancias, Pili y yo, y también Manel, empezamos a buscar nuestros trajes para la ceremonia una vez enterados que sería en un viñedo de Sant Cugat de Sesgarrigues. La verdad es que lo hicimos con bastante tiempo de antelación. De hecho nos dijo el vendedor-asesor, el mismo que para la boda de Manel, que un mes antes del evento fuésemos a hacer una última prueba. Lo de Pili ya fue otro cantar, pues al elegido de inicio, hubo que hacer un cambio, ya que el momento de elegirlo era más benigno climatológicamente hablando que cuando se acercó el momento de la boda para la que se presagiaban temperaturas de "ola de calor".
La entrada de la novia
En este espacio de tiempo fuimos a hacer una visita inicial al viñedo, que en primera instancia me pareció excelente, aunque un poco "secarral". Pensé que igual tenía que ver con nuestro origen monegrino. Hay que decir que en la segunda visita ya me pareció menos árido, igual porque fuimos a la prueba de menú y vinos con la pareja y los padres de Carlos. Como resumen he de decir que el día de la boda con toda la vegetación, arbolado, vides y césped, todos verdes ofrecía un aspecto espléndido, casi inimaginable los días anteriores.
Salimos de casa de Terrassa, Manel, Pili, Mónica, Izarbe y yo con tiempo suficiente pues el programa estaba pensado para que pudiésemos cambiarnos de ropa en la masía del viñedo, al tiempo que se hacia un reportaje fotográfico del proceso. Los chicos acabamos pronto y fuimos tomar un refresco, que falta hacía, hasta que fuimos requeridos por los cámaras para dejar constancia. Luego vinieron todas las fotos juntos, previas a la ceremonia y cuando ya todo estuvo en su sitio nos dirigimos al lugar de la celebración. Todo muy clásico, primero el novio con su madre, después la madre de la novia con el padre del novio y finalmente para concluir la comitiva, la novia con su padre. Recuerdo y supongo que Izarbe también, que de niña me hacía ensayar este "paseíllo" cuando salíamos de casa, así que creo que salió bien.
La ceremonia en si, fue relativamente breve, aunque no faltaron los parlamentos de las amigas del alma de la novia (Mery y Lydia) y de los amigos del novio (no sé como se llaman). Después se dirigieron unas emocionantes palabras entre los novios, las niñas llevaron los anillos y para finalizar y previo al beso final, el oficiante leyó los artículos de la ley que corresponden en el código civil para el enlace y los testigos firmaron el acta de matrimonio. Luego arroz y pétalos de rosa, abrazos y felicitaciones de "todos contra todos" y pase a la zona del aperitivo.
Con testigos
Como dice mi amigo Joan, que no sabía que pacto había hecho con el diablo o con quien fuese, unas nubes nos aligeraron de toda la previsión de "ola de calor" que se prometía en móviles de toda clase, y hasta una leve brisa, con toda seguridad procedente del mar, relativamente cerca del lugar, consiguieron una temperatura casi ideal, para la ceremonia y para el aperitivo. Incluso unas gotas de lluvia testimoniales aparecieron para "acongojar" un poco a organizadores y asistentes. Luego con la caída de la noche se atemperó el ambiente sin calor y sin asomo de lluvia.
Ya en el aperitivo pudimos comprobar que la boda tenía una temática clara, que todo el mundo intuía después de recibir las invitaciones: La guerra de las Galaxias o Star War en versión original. Las mesas de la cena estaba localizadas en base a personajes o elementos de las películas: El Halcón Milenario, Princesa Leia, Hans Solo, Darth Vader, etc. etc. Así pues, teniendo en cuenta que en la mesa había muñequitos que representaban los personajes, los más mayores del convite necesitamos ayuda de los más jóvenes para encontrar nuestro lugar en las mesas.
Además la zona estaba presidida por un breve decorado que recordaba uno de los primeros contactos que entre si tuvieron los novios: Se trata de un pajarito azul (el de twitter) con una leyenda que rezaba "caizament": un juego de letras con las iniciales de Carlos e Izarbe (caiz) y la coincidencia fonética con boda en catalán (casament).
El aperitivo
El aperitivo bien cuidado con infinidad de tapas, montaditos y mesas donde se repartía fideuá, jamón al corte y otras delicadezas, bien regadas con todo tipo de refrescos, cervezas o vinos, en función del gusto de cada uno. Amenizado por un cuarteto de jazz, que nos hizo pasar un rato bien agradable, previo a sentarse en las mesas a cenar.
Una vez dispuestos los comensales de acuerdo las prescripciones galácticas, los novios aparecieron en el comedor, que no era otra cosa que una zona de jardín al aire libre muy bien acondicionado, al ritmo de la música de la película o películas temáticas de la noche.
El servicio, comenzó con una ensalada: mezclum de lechugas y frutos rojos, adornada con unos langostinos en tempura y una bolas de foie rebozadas con panko. Después del copioso aperitivo convenía algo ligero antes de proceder al plato principal que básicamente era un milhojas meloso de ternera con diverso acompañamiento. Todo se bautizó con varios vinos y cavas que en su día había ayudado a seleccionar a los novios, hasta que llego el momento del pastel nupcial, que para no defraudar a los seguidores de la saga de Star War, estaba inspirado en la misma, e incluso la espada de partirlo era una laser de las múltiples batallas del film.
Después de terminar la parte más gastronómica-nutritiva de la noche, empezaron las diversas actividades que suelen realizarse en estos actos.
El baile de los novios y padrinos en la zona de discoteca, que se prolongaría hasta las cuatro de la madrugada, con barra libre para todos los que acudieron al evento en autocar, tanto desde Terrassa como desde Cornellá.
La tarta inspiración "Star War"
Los regalos de los grupos de amigos y amigas de los novios muchos de ellos originales y sobre todo algunos con la temática del día y otros difíciles de conseguir, pues requerirán que los novios completen en un caso un puzzle de 5.000 piezas en donde esta la solución de como conseguirlo y otro que requiere fotografiarse en casi veinte lugares de los Monegros para obtener las pistas que le conduzcan al mismo.
Un excelente regalo que recibieron en directo fue una coreografía en la que participaron todos los grupos de amigos y que gracias a las redes sociales y nuevas tecnologías habían podido ensayar previamente.
Otro regalo emocionante fue el que yo recibí de parte de Izarbe, pues ese día uno cumplió 64 años que no son pocos. De pronto montaron un teclado eléctrico, ella se sentó delante al tiempo que me traían un pequeño pastel con una vela. Sonaba "Me and Bobby Mcgee", una de mis canciones icono cantada por Janis Joplin. Se me quedó cara de bobo. Izarbe había ido a ensayar la pieza a casa de su amiga la que es música, y me regalaba su interpretación. Viene a cuenta que años atrás le sugerí cuando me pidió en otro cumpleaños que quería, que me regalase las interpretación al piano de "Imagine" de John Lennon, otras de mis canciones icónicas. Gracias hija!
Luego las cosas ya se fueron desmadrando hacia la discoteca, y me dediqué a repartir unos puros nicaragüenses que había comprado para la ocasión y que había prometido a algunos de los amigos fumadores de los novios. Alguno se los fumó, otros no pudieron con ellos, como ya pasó en la boda de su hermano.
El ambiente iba para arriba en los mas jóvenes y para abajo en los más mayores y dormidos casi del todo los niños. Todo el mundo lo pasaba bien, hasta que el reloj fue imponiendo su dictadura y tocó la hora de recoger y recogerse.
Un magnífico día de boda!!!

Bretaña y las Islas del Canal. Y parte Cinco

Nos despertamos, como casi siempre a buenas horas, o sea temprano y tras hacer el "check-out", por cierto que tenían todo el siste...