lunes, 8 de octubre de 2018

Vuelta al cole.... la fiesta del Club de Futbol Albalatillo

Pues bien, que uno no puede volver al cole, sin hacer un repaso con su colegas, en este caso mis queridos muros, de lo que ha deparado un periodo de tiempo que este año, más caluroso que nunca también ha sido más largo que nunca. No recuerdo haber hecho dos meses de vacaciones desde la época escolar infanto-juvenil.
Todo empieza este verano con el homenaje que preparamos en Albalatillo, para dos de los principales artífices del nacimiento del club de futbol en 1975 y que tantos días de alegría nos dio y tantos recuerdos inolvidables nos proporciona aún hoy, y más en este día de fiesta.
La fecha elegida fue el 21 de julio, en plenas fiestas mayores del pueblo. Ya hacía días que un  grupo de ex-jugadores, con la inestimable colaboración de prácticamente todo el vecindario preparábamos el festejo. Así que ese día a las 10:00 h más o menos nos fuimos acercando a la carpa de la plaza todos vestidos con una camiseta del Albalatillo, fielmente reproducida, con escudo, dorsal y nombre. Magnifico el trabajo del Rubio y Paquito, para conseguir que cada uno tuviese la suya y de su talla.
Los homenajeados y sus esposas
Se montaron unos paneles con las equipaciones antiguas, hay quien las conserva con gran cuidado, se expusieron todo tipo de objetos de la época, desde las actas, el botiquín y las fichas de la federación, hasta carteles, calendarios y como no la copa que acreditaba el primer campeonato de liga. Y digo el primero porque hubo un segundo. Hasta una portería con una área marcada y punto de penalti para que los chicos más jóvenes se pudiesen entretener y pasar de las batallitas que explicaban en diversos corrillos las figuras de aquella época. Al tiempo que todo esto pasaba en una pantalla se proyectaba una presentación de la historia del club. Excelente trabajo de recopilación de Enrique y de montaje y elaboración de Beatriz.
Todo preparado, empezaron a llegar los protagonistas, Pepe el Rullao y Pepe el Tubero, primer entrenador y primer presidente del club respectivamente. Ni que decir tiene que ellos representaban a todas las personas que, desde directivos, jugadores y aficionados en general, eran también los destinatarios de este homenaje. Luego fueron llegando jugadores, familiares y en general todo el que quiso participar del evento, que a decir verdad fue todo el pueblo. Aparecieron los fotógrafos, amateurs y profesionales que dispararon sus cámaras y móviles a diestro y a siniestro, además de a un decorado previsto para la ocasión. En este ambiente festivo y emocionante, sobre todo para los que fuimos parte de aquel proyecto, pero también para los demás que también se emocionaron al ver ambiente que reinaba y que de alguna manera reproducía el que se vivió en aquel momento. Así empezaron a aflorar las batallitas.
Aquel equipo en la actualidad
Todo el mundo tenía la suya particular, pero la mayoría con el paso del tiempo eran divertidas, aunque en su momento alguna nos hizo sufrir. A través de la memoria y colaboración de todos pudimos elaborar una pequeña "publicación" que se entregó a los asistentes y que contenía algunas de estas anécdotas. Muchas fueron, pero destacaríamos las que fueron más sonadas y conocidas: las relacionadas con la creación y la financiación, la de los cambios en el primer partido, los "derbys" particulares, los viajes, las tarjetas injustas, algunas juergas y hasta alguna de la liberación sexual...
En este tono festivo y familiar también pudimos abrazarnos con gente, principalmente jugadores que vinieron de otros pueblos a sumarse a aquella fiesta, que hacía años y años que no nos veíamos y conversar de como nos iba en la vida y los avatares que habíamos pasado hasta la fecha. Salvo contadas excepciones lo más significativo era el cambio de color del pelo hacia el gris, al que le quedaba, y el cambio de talla de las camisetas. También se mezclaron recuerdos de la personas que no estaban ya, unas por lógica biológica, otras por obligaciones familiares. Todo ello en un ambiente excepcional, como pocas veces hemos visto. Igual que cuando estabámos en activo en aquellos años 70-80. Ya se que puedo parecer pesado y pido disculpas por ello, pero es que aquella época fue así, genial y en estos momentos aquel espíritu y aquella magia estaba volviendo a reproducirse.
La comida
Y como que parte de la magia de aquellos días pasados eran las "alifaras" o "lifaras", no sé bien como se escribe, nos dirigimos al salón del Ayuntamiento donde dimos buena cuenta de una suculenta comida que habían encargado algunos de los organizadores a una empresa de catering. No sé bien si por méritos propios o por la compañía, estaba excelente. Como no podía ser de otra manera la regamos con buen vino y buena cerveza, y hasta con agua algunos (los años no perdonan y hay que cuidarse).
Después de los postres llego el momento de las palabras y de las entregas de recuerdos de la ocasión a los homenajeados. Los conductores de la gala, como dirían ahora, fueron Jesús y Manolo (El Soldao y Chamorro para despistados) y con su innegable "saber hacer", consiguieron hacer de ella un evento entretenido, divertido y ágil. Aquí ya las sensaciones estaban más sueltas, algo tendría que ver el riego, y todo fue emocionante, nos cansamos de aplaudir y dar "vivas" a cada momento.
Luego vinieron los gintónics y otros "bebercios", que ayudaron aún más a desatar al personal, y entre cánticos y risas, pasamos a la hora de las fotos grupales, los del equipo antiguo solo, todos juntos, durmiendo, despiertos, caídos, etc. etc.  No obstante, quiero hacer especial mención a una de las fotos, realmente original, y que adjunto en esta entrada: la de los dos principales homenajeados con los hijos de los que fuimos sus jugadores.
Pepe y Pepe con los hijos de los jugadores
Poco a poco las fuerzas fueron bajando después de tantas emociones, tanta comida y tanta bebida y algunos se fueron retirando a sus aposentos, aunque me consta que otros aguantaron prácticamente hasta la noche y empalmaron la comida con la cena y la fiesta del futbol con la fiesta de la plaza. ¡Bravo por ellos!
Para terminar este breve relato de lo que fue este homenaje, me remitiré a lo que en otras entradas de este blog he defendido, que hay que tener memoria y no nostalgia. Este día pude descubrir que sigo en lo cierto: Aquella historia del equipo de fútbol fue magnífica, y hay que recordarlo siempre, pero esta fiesta también ha sido magnífica. Lo importante es disfrutar en cada momento con lo que toca y apurar el presente, que es lo que más cerca tenemos.
Dentro de poco esta fiesta será memoria y haremos otra igual o mejor, que será presente.

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