martes, 6 de junio de 2017

Albalatillo C.F. 1

Hace unos cuarenta años, más o menos, como creo que ya he explicado en alguna entrada se nos ocurrió a unos cuantos ilusos del pueblo crear un equipo de futbol federado para poder competir en la liga regional que organizaba la Federación Aragonesa de Futbol.
El campo desde Google Maps
El caso es que nos decidimos al ver que los pueblos de nuestro entorno tenían su equipo y nos animaban a hacer la inscripción. Dicho y hecho, no sin antes padecer una serie de impedimentos, dificultades y hasta penurias económicas, pues cada paso que dábamos costaba dinero. No obstante al final se consiguió el objetivo que fue entrar en la liga de Segunda Regional y empezar a jugar de acuerdo al calendario establecido por la propia delegación de Huesca.
Los artífices de este gran logro, ya lo contaré algún día, fueron muchos, prácticamente todo el pueblo. De muchos (directivos, socios/as, jugadores, aficionados... etc) ya di cuenta en el pregón de fiestas del pueblo, que tuve el honor de hacer en 2007, pero como todos no cabían, desde aquí mi reconocimiento por el esfuerzo.
Pero lo que yo quería contar hoy, son anécdotas, partidos memorables, historietas, costumbres y demás condimentos que hicieron de los años aquellos una auténtica delicia, de vivirlos y de recordarlos.
El primer partido oficial del flamante nuevo club Albalatillo CF, fue en nuestro campo contra el CF Sangarrén: Fueron los primeros puntos en un ajustado 3-2, después de haber ido ganando 3-0. Creo que nos dormimos en los laureles, aunque también tiene que ver que la especial orientación del campo y la presencia del cierzo favorecían atacar contra la portería que estaba más cercana a los vestuarios. Este detalle, nos ayudó en alguna ocasión a sacar adelante algún que otro partido.
Delante de la portería del cierzo
La siguiente anécdota tiene que ver con un desplazamiento a Jaca, de los primeros que hacíamos en autocar, pues los más cercanos eran en coches particulares, que socios y simpatizantes ponían a disposición del equipo. En el autocar íbamos el equipo en sí y todos los espectadores que cabían hasta completar el mismo. El viaje era una fiesta: cánticos, almuerzo en Arguis, donde nos trincamos un par de botas de vino (no había controles antidoping) y luego llegada a Jaca, previo paso por Monrepós (nada que ver como está ahora) y comida programada en destino con tiempo suficiente para hacer la digestión, al menos de los que íbamos a jugar.
Como llegamos con tiempo a alguien se le ocurrió que podríamos tomar un vermut antes de ir a comer y a ello fuimos todos. Llegó la hora del ágape y todos al restaurante elegido. ¿Todos? No, todos no. Pese a ello, comimos y cuando íbamos a tomar los postres, aparecieron por la puerta los dos porteros del equipo en unas condiciones solo regulares, teniendo en cuenta que había que jugar en dos horas. Parece ser que el vermut les hizo una mala pasada, a pesar de lo cual venían los dos especialmente "contentos". Después de una breve deliberación entre el entrenador y su segundo, o sea Pepe "el del Rullao" y Casaña llegaron como casi siempre a una decisión justa: Jugarían un tiempo cada uno... Creo que al final del partido empatamos y ninguno de los dos "porteros contentos" fue responsable del resultado.
El equipo de un día en Pomar
Otro partido memorable fue con Villanueva de Sijena, eterno rival desde el primer momento, casi podría decirse que los partidos con ellos eran auténticos "derbys". Creo que era una eliminatoria de la conocida como Copa Primavera, un torneo eliminatorio, en el que en el partido de ida habíamos empatado y ahora en nuestra casa, el resultado iba empate a 1 gol, cuando no recuerdo que jugador de nuestro equipo consiguió el 2-1 en una posición algo dudosa. No había jueces de línea, así que el árbitro se las tenía que apañar solo en este tipo de decisiones. Total que el equipo contrario vio claro el fuera de juego y se abalanzaron contra él, reclamando por la jugada, con tal ardor e indignación que a uno de los jugadores se le escapó un tortazo que fue a dar en la cara del trencilla. No se puede justificar esta acción, pero todos cometemos errores y obviamente los pagó el futbolista con la expulsión y la suspensión del partido.
La federación decidió que se jugasen los 20 minutos que faltaban. Y sí que se jugó, en un día de esos que el cierzo es imparable y con nosotros jugando a favor de él. Así que entre la fuerza del viento y el "tranquillo" que nosotros le teníamos cogido, de tantas tardes de juego, en ese tiempo conseguimos meter tres goles, sin que ellos pudiesen casi ni salir de su campo. Ellos jugaban con uno menos por la expulsión del día anterior y nosotros con uno más, que de vez en cuando nos echaba una mano: El "maravilloso" cierzo.
Quedan muchas más aventuras que iré narrando, pero la premisa del tamaño de las entradas del blog se mantiene en pie, así que esta la cierro aquí.
P.D.: Las fotos no son muy buenas pero aún así las pongo, algunos nos reconocemos en ellas!!!
Foto Delante de la portería del cierzo: Atarés, Pepito "el Koski" y Loscertales
Foto El equipo de un día en Pomar: De pie, de izquierda a derecha: J. Andrés Casaña, Enrique Tabueña, Antolino Tabueña, Manuel Pueyo, Javier Casaña, Nacho Lasierra, José Mas. Agachados, de izquierda a derecha: Pedro Pueyo, Jesús Lasierra, José A. Atarés, J. Andrés Loscertales, Francisco Marcial, Miguel A. Maestro y ??? (creo que es uno que vivía en Barcelona, se llama Toni, y seguramente vino a echarnos una mano, en un partido de verano, en que no teníamos demasiados efectivos...)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bretaña y las Islas del Canal. Y parte Cinco

Nos despertamos, como casi siempre a buenas horas, o sea temprano y tras hacer el "check-out", por cierto que tenían todo el siste...