Cualquier momento es bueno para que un@s "jubiletas" preparen y lleven a cabo una escapada, sea primavera, verano, invierno u otoño, y sea larga, mediana o corta, o incluso como la que nos ocupa en este momento sea "un suspiro"...
Palacio del Infantado |
La primera parada fue en el mesón El Asturiano, cerca del pueblo de La Muela en Zaragoza, famoso por la cantidad de molinos aerogeneradores que rodean todo el municipio, al que han hecho rico, aunque como demasiado a menudo ocurre en este país salpicado por sospechas y hasta certezas de corrupción entre los ediles municipales y empresarios de diversa índole. La idea no era hacer política sino explicar que el almuerzo de tenedor para mí, dulce para otras y ausente para otro, por una ligera indisposición, me resultó bueno y abundante.
GuadalajaraSin mucha pérdida de tiempo y a la velocidad que las leyes permiten, nos presentamos en Guadalajara donde pudimos aparcar casi frente al Palacio del Infantado, que era la primera visita que teníamos prevista en la ciudad. Esta sería una constante a lo largo del viaje, encontrar siempre aparcamiento delante de lugar de destino. Según algunos "pura suerte" y según otros "actitud positiva".
Se trata de un palacio construido en el siglo XV en el mismo lugar donde se encontraban las casas del primer Mendoza, en estilo gótico isabelino con elementos renacentistas. Desde que en el siglo XVI, se casaran aquí Felipe II e Isabel de Valois, fue sufriendo distintas vicisitudes hasta llegar a la actualidad.
Panteón Duquesa de Sevillano |
El edificio fue mandado construir por la referida duquesa, de nombre María Diega Desmaissières y Sevillano, y se trata de un edificio majestuoso de estilo ecléctico historicista, muy común en el siglo XIX, decorado con mosaicos bizantinos y capiteles mudéjares. Allí está enterrada la duquesa y otros familiares.
Alcalá de HenaresEn pocos minutos nos plantamos en la ciudad de Alcalá de Henares y como ya es habitual en este viaje sitio libre en la puerta de nuestro alojamiento en el único espacio que había vacante en toda la calle y donde ya dejamos a nuestro particular Rocinante para el resto del viaje. Después de los trámites habituales y un escaso reposo cada uno en su habitación y una vez finalizado el partido del Barça, que pudimos ver gracias a la tecnología que dispone José Ramón, llegó la hora de reponer fuerzas pues ya estaba entrando la noche.
El lugar escogido de entre los preseleccionados fue la Taberna Indalo. Todo un acierto, aunque en primera instancia estuvimos a punto de descartarlo por la cola que había para pedir mesa. Un breve subterfugio de Maripili con una de las camareras nos ayudó a tener mesa antes de lo previsto, aunque no fuera en el interior del comedor sino en el bar. La comida muy buena, sobre todo los torreznos y los calamarcitos a la andaluza (alguno un poco duro), colmó nuestras expectativas que nos llevaron al apartamento que nos alojábamos, donde hicimos un breve gintónic pues teníamos un tour programado al día siguiente.
Universidad Alcalá de Henares |
La Universidad de Alcalá, también llamada Complutensis y Cisneriana, fue fundada en el año 1499 por el Cardenal Cisneros, pasando por sus aulas personajes como Quevedo, Lope de Vega, Tirso de Molina, Calderón, Jovellanos, Ignacio de Loyola y otros más que me olvido y no busco por no hacerlo muy largo. Esta formada por una magnífica fachada que compite con la de Salamanca, aunque a mi parecer con poco éxito, incluso en algunos "animalicos" que adornan sus capiteles y que has de descubrir sino no aprobarás nada en tu carrera. En este caso es un cerdito, difícil de localizar eso sí.
Los patios interiores de la manzana que la conforma son espectaculares, especialmente el de Santo Tomás de Villanueva, hasta el punto que podrías quedarte tranquilamente a tomar un vermutito sin ruidos ni estrés que valga. Aquí se puede ver de cerca la puerta de salida que comentaba de los doctorandos.
A continuación, circulamos por la Calle Mayor, la más larga de las porticadas de toda España, con infinidad de oferta gastronómica y comercial, incluida una "Cachopería" que luego a la noche pudimos probar con excelente resultado. También pasamos por la casa natal de Cervantes, que se convirtió luego en el símbolo de la ciudad, todo y que solo vivió cuatro años en ella.
Circulando por calles más o menos peatonales, llegamos al museo arqueológico, que estaba cerrado y al palacio episcopal, un magnífico edificio que nos recomendaron visitar por la noche que al parecer gana mucho con la iluminación que se le ha dado.
Universidad |
Acabada la visita, y una vez alimentados como decía en El Casino, paseamos por algunas zonas para poder ver las sugerencias de nuestra guía, principalmente el Parador de Turismo, donde una amable camarera nos sirvió unos cafés con pastita incluida en el patio del mismo, muy agradable y recomendable para cualquier tentempié. Desde allí a nuestra casa a descansar y prepararnos para la visita guiada de la tarde que prometía un recorrido por la Alcalá más "canalla".
A la hora en punto y con una temperatura muy agradable que incitaba a pasear tranquilamente, nuestra guía, que era la misma de la mañana, con un mitin algo menos intenso pues no era cosa de repetírnoslo a los cinco, nos explicó la naturaleza del tour. Solo con las primeras palabras ya se veía de que iba el tour: "Alcalaíno, borracho y fino", "Alcalá de Henares, curas, putas y militares".
Así pues, fuimos visitando las zonas donde desde tiempos inmemoriales se estableció la prostitución en la ciudad, que fue variando todo hay que decirlo en función de las necesidad de los mandamases de la misma y en lugares que ahora son zonas residenciales de viviendas inalcanzables en precio para la mayoría de los alcalaínos. Calle de las Damas se llama. También vimos un convento, el de las Recogidas, que al parecer en su día recogió no se bien a quienes, pero podría ser a mujeres de vida ligera.
Desde allí nos dirigimos al monumento de "El Empecinado", bastante poco cuidado, un labrador reconvertido en guerrillero y luego en militar y que ayudó en gran manera a luchar contra la invasión napoleónica en la guerra de la Independencia. Como muchas veces, el pago que se le dio por ello fue ahorcarlo en la plaza de un pueblo, pues en su día se negó a formar parte del séquito del rey Fernando VII, con el que no compartía ideario político. Creo que mucho no han cambiado las cosas, aunque hoy en día el ahorcamiento es en sentido figurado.
Catedral |
Acabamos el tour en la calle mayor, pasando por el barrio judío de la ciudad del que apenas se conservan unos vestigios: una puerta de no recuerdo qué y algunas "mirillas" de las casas de los que tenían negocio en la planta baja y la vivienda en la primera.
Como digo, desde allí y ya con la visita guiada finalizada otra vez en la casa natal de Cervantes, pusimos rumbo a ver el palacio episcopal iluminado (gana algo, pero no tanto) y posteriormente a ver las murallas (o lo que queda) y la Puerta de Madrid de Alcalá que parece ser que está alineada con la Puerta de Alcalá de Madrid. Así dimos por acabado el periplo turístico de la ciudad y nos dirigimos a cenar.
La cena en la referida Cachopería Rusty, en principio diversidad de pareceres: uno o una que quería tomate, otro u otra que quería choricillos a la sidra, alguno o alguna que no quería cachopo a esas horas. Lo único coincidente fue las cervezas, aunque al final, los o las que no quería tomate, se lo comieron, los o las de los choricillos también se los zamparon y cahopo, comimos todos y todas, y no poco, que era de un kilo, y además estaba buenísimo: el queso, el jamón, la ternera y "el rebozo". A dormir que mañana hay que viajar a casa de nuevo.
Tras el reparador descanso, y alguna compra de Maripili, como no, a bordo de nuestro Rocinante enfilamos hacia Zaragoza, comimos algo, llegamos a Villanueva de Sijena, breve descanso y ya sin una parte del grupo, camino a Terrassa donde llegamos sin novedades.
Y esto fue todo, bueno lo que se puede contar y lo que uno recuerda, que hubo mucho más...
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